El proyecto de la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica de la Comunitat Valenciana que aprobó el pasado viernes el Pleno del Gobierno de coalición formado por los socialistas, Compromís y Podemos no solo recoge los objetivos para reducir las emisiones contaminantes e implantar energías alternativas. También incluye la puesta en marcha de tres nuevos impuestos propios autonómicos que deberán entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2025.
El proyecto de ley elaborado por la Conselleria que dirige Miraia Mollà de Compromís y que ahora iniciará su trámite parlamentario recoge la creación de un nuevo tributo sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, similar al que ya existe en Cataluña.
Además, si la futura norma se aprueba tal y como han pactado los socios del Botànic, también se aplicará otro impuesto sobre la emisión de gases de efecto invernadero de instalaciones, como los vigentes también en Cataluña y Andalucía, y otro tributo sobre grandes establecimientos comerciales, por el tráfico rodado que generan en su entorno, según destacó ayer la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz.
La responsable del organismo encargado de recaudar esos nuevos tributos medioambientales señaló que su finalidad es la de "intentar reconducir conductas" más que un afán recaudatorio. Díaz participó en la mesa redonda Panorama de la fiscalidad autonómica 2022 Comunitat Valenciana organizada por el Consejo de Colegios de Economistas de Comunitat Valenciana y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).
La responsable de la AVT reconoció que en el caso del impuesto sobre las emisiones de vehículos tendrá un mayor impacto al afectar de forma más general a los ciudadanos. Según el anteproyecto hecho público, este impuesto se aplicaría a los vehículos matriculados a partir de 2023 en función de sus emisiones y por supuesto estarán excluidos los vehículos de las Administraciones Públicas.
En el "podio" de la presión fiscal
Durante la mesa redonda los representantes del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) explicaron los resultados del estudio sobre fiscalidad en que comparan la situación de las distintas autonomías. Un trabajo que constata que la Comunitat Valenciana se encuentra entre las que cuenta con una mayor presión fiscal comparada en los tramos más altos del IRPF y en varios de los impuestos cedidos.
Así, a partir de los casos tipo analizados por el trabajo, los contribuyentes valencianos a partir de 110.000 euros de renta son los que más pagan en el IRPF. La autonomía también cuenta con el tipo más alto, del 54% para las rentas de más de 300.000 euros. También se sitúa entre las tres donde más se paga en el Impuesto de Patrimonio y es la segunda en Sucesiones, aunque a distancia de la primera, el Principado de Asturias. También en Donaciones se encuentra a la cabeza, en el cuarto puesto por arriba.
La responsable de la Agencia Tributaria Valenciana reconoció que "estamos en el podio de presión fiscal", aunque también justificó esa situación por la infrafinanciación valenciana derivada del modelo de financiación autonómica.