Entre el mes de febrero de 2020 y finales de enero de 2022, el periodo marcado por el impacto de la pandemia, el mercado laboral habrá logrado crear unos 429.000 empleos más respecto al momento en que estalló la crisis sanitaria, y la cifra total de afiliados a la Seguridad Social cerrará el presente mes al borde de los 20 millones de ocupados. Ahora bien, estas cifras esconden un hecho relevante: el 53% de los empleos creados en el periodo de pandemia corresponden al sector público. Concretamente, un total de 229.000 trabajadores se habrán incorporado a puestos de la Administración pública en el plazo de estos dos años de crisis sanitaria, siendo así responsables el Estado y las CCAA de más de la mitad del empleo recuperado tras el fuerte desplome experimentado en los meses del confinamiento estricto.
No en vano, pese a la notable contribución del sector público, parece igualmente insoslayable el acompañamiento del empleo privado, que en estos casi dos años añade 200.000 puestos de trabajo respecto al nivel previo a la pandemia. Es más el mes de enero volverá a sumar altas a la Seguridad Social, según las cifras adelantadas por el ministro José Luis Escrivá este lunes que cifra la creación de empleo en cerca de 66.000 afiliados más.
Con este dato, el mercado laboral previsiblemente cerrará el mes de enero es una cifra superior al aumento de afiliación promedio registrado antes de la pandemia. Supera incluso el crecimiento de 51.000 trabajadores registrado en enero de 2017, el mejor mes de los años previos a la pandemia.
Los sectores afectados
En este sentido, tal y como ha concretado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los 429.000 empleos más respecto al nivel de febrero de 2020 se distribuyen entre los 200.000 generados en el sector privado y los 229.000 del sector público. Dentro del primero, los sectores menos afectados por las restricciones han crecido en unos 255.000 empleos respecto al nivel previo a la pandemia, destacando el incremento en campos como programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática (+53.000), actividades de servicios sociales (+27.000) o servicios a edificios (+26.000). Este comportamiento contrasta con el de los sectores que se han visto más afectados por las restricciones, que aún necesitarían recuperar 55.000 empleos para volver al nivel previo a la pandemia.
Por su parte, el crecimiento en el sector público se concentra especialmente en Sanidad (+86.000) y Educación (+59.000), dos actividades en las que España se situaba por debajo de la media de los países de nuestro entorno.

Además, "se ha producido no sólo un crecimiento del empleo, sino también un relevante cambio en la composición del mismo", según Escrivá. Apunta así al fuerte incremento del empleo indefinido, con 581.000 afiliados más que en febrero de 2020, frente al descenso del empleo temporal (-126.000 respecto a esa fecha). "Este buen tono del empleo indefinido también se aprecia en el mes de enero, cuando el incremento de los afiliados de este tipo en los primeros días de enero es de unas 44.000 personas, muy por encima de lo que ha sido habitual en ese periodo en otros años".
Territorialmente, el crecimiento también ha sido generalizado, según explicaba el ministro Escrivá, destacando que más de la mitad de las provincias registran un incremento del empleo de más de un 2,2% respecto al nivel que tenían en febrero de 2020, antes del inicio de la pandemia.
El Erte, 'casi' residual
Por su parte, el número de trabajadores en Erte-Covid continúa reduciéndose, a pesar de encontrarse ya en niveles muy bajos y del incremento de la incidencia de las últimas semanas. En concreto, a 13 de enero, la cifra de trabajadores en Erte-Covid era de 100.761, aproximadamente el 0,66% de los afiliados. De ellos, aproximadamente la mitad trabaja a tiempo parcial. Esta modalidad de Erte se concentra en los sectores relacionados con la hostelería y el turismo, a los que pertenecen casi la mitad de los trabajadores protegidos por este instrumento.
Con estos datos encima de la mesa, cabe analizar el impacto económico que conlleva la prolija creación de puestos de trabajo en los diferentes niveles de la Administración Pública. En este sentido, desde AIReF apuntan al peso que tienen estas nóminas públicas en su conjunto y en los diferentes niveles. Según el organismo, en el último año se observa un descenso de 1,8 puntos de PIB en la variable de los empleos anualizada desde el cierre del año anterior hasta el mes de octubre de 2021. Esta fuerte caída quedará amortiguada por los gastos financiados a través del Plan de Recuperación con efecto neutro en el déficit. De este modo, los empleos del conjunto de las administraciones públicas alcanzarán al cierre de 2021 un peso del 51,1% del PIB, siendo la Administración Central responsable de la mitad de ese coste.