El límite del 15% a la temporalidad de los contratos parece desvanecerse en la mesa de negociación de la reforma laboral. El Gobierno ha confirmado una nueva dirección, hacia un marco flexible y regulable por sectores, dejando atrás la propuesta inicial en esta materia.
Según han confirmado a Efe fuentes de la mesa de diálogo social, la reunión de ayer sirvió para dar un giro de 180 grados respecto al planteamiento primero de la temporalidad. Si hasta ahora la opción más palpable pasaba por establecer un máximo de temporalidad del 15% (era una de las medidas 'estrella'), el Gobierno ha confirmado que la posibilidad de flexibilizar el número de contratos temporales está sobre la mesa, dejando el porcentaje abierto a modificaciones en el curso de la negociación.
Ya el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, señaló por la mañana, en rueda de prensa de valoración de los datos de paro y afiliación de octubre, que había disposición a hacer modificaciones a la propuesta del 15%. Según dijo, había que ver si ese límite de temporalidad máxima "se acomoda a los intereses del conjunto de interlocutores, si puede variarse o individualizarse para que sea menos indiscriminado y más efectivo".
Ese punto, junto con el de la redefinición de las causas a las que debe ceñirse en contrato temporal, fue el punto clave en la reunión del miércoles. Desde que se planteara el límite en octubre, la medida se ha ido modulando, llegándose a valorar aceptar una temporalidad de más del 15% si se traducía en más contrataciones.
La dificultad de la negociación llevó también ayer a Díaz a reconocer que "técnicamente" no se puede derogar la reforma laboral (el concepto 'derogación' ha sido uno de las líneas divisorias en el diálogo). Pero además, la vicepresidenta confirmó que no tocará los días de indemnización por despido que aprobó el PP en 2012.
De momento no hay nuevo texto a la espera de las aportaciones de los interlocutores sociales para profundizar más allá de un límite genérico, confirman fuentes de Trabajo a este medio. Sobre esta cuestión, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha anunciado que "habrá una propuesta nueva para la próxima reunión en esa mesa de diálogo social de la de la próxima semana, que irá incorporando las contribuciones de las distintas negociaciones, ideas distintas, y conversaciones que están teniendo lugar".
Los sindicatos insisten en que hay que "restringir" el despido
La reducción de la contratación temporal al 15%, como se plantea en la negociación "no es una propuesta sindical", ha recordado este jueves el secretario general de CCOO, Unai Sordo, que ha recordado que puede existir contratación temporal por debajo de esa cifra "que no se justifique".
En una entrevista en Antena 3, Sordo ha dicho que "hay que restringir el despido en España" e introducir "medidas de flexibilidad interna" en la próximas reforma laboral para evitar que las empresas recurran a esa vía cuando se encuentren en problemas: "No coincidimos con lo que está diciendo el Gobierno. Hay que meter dificultades para el recurso al despido. Si el despido es libre y barato, la empresa tiene tendencia natural a despedir", ha apuntado Sordo en una entrevista en Antena 3.
CCOO apuesta por ligar la temporalidad a los contratos fijos discontinuos, para dar garantías a los trabajadores con los que se vuelva a contar para la próxima temporada. "Lo que pedimos es un reforzamiento de que la causa de la temporalidad sea objetiva, no sea porque sí", ha expresado.
Las líneas rojas de la CEOE
Junto con la limitación de la temporalidad, la otra "línea roja" planteada por la patronal en esta negociación es la derogación de la prevalencia del convenio de empresa. Las grandes empresas no están dispuestas a que vuelva a primar el convenio sectorial, a pesar de que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha incido en la importancia de esta medida para acabar con la precariedad salarial.
Según Calviño, la prevalencia del convenio de empresa establecida en la reforma laboral del PP de 2012 ha sido la causa de que en algunos ámbitos como el de las camareras de piso se haya propiciado una competencia a la baja que ha devaluado los salarios.