El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha reconocido este miércoles que una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que lo sitúe en niveles "razonables y sensatos" tiene un impacto "pequeño y relativamente moderado" sobre el empleo.
"(La subida del SMI) puede afectar en algunos sectores y geografías de manera limitada. Uno no puede diseñar una política económica que beneficie a todos completamente. Siempre hay elegir y, en la elección, el efecto agregado de redistribución de renta claramente sobrepasa los costes pequeños que pueda tener sobre el empleo cuando uno se maneja en niveles de salarios mínimos razonables", ha defendido en declaraciones a Cope.
Según ha apuntado Escrivá, hay consenso entre los economistas de que es necesario tener salarios mínimos para evitar que se produzca una "enorme dispersión" salarial dado el efecto de redistribución de renta que tiene el SMI.
Y como el SMI puede tener efectos "limitados" sobre el empleo de algunos colectivos, como los jóvenes de algunos sectores y territorios, lo que debe hacerse, según Escrivá, es establecer políticas paralelas para ayudarles, por ejemplo en el ámbito de la formación.
En este sentido, se ha referido a la aprobación ayer en el Consejo de Ministros de la ley de Formación Profesional, una norma que ha calificado de "fundamental" dado que en España apenas se dedican 17 horas a la formación dentro de las empresas, frente a las 70 horas de Alemania. "Hay que romper con eso, formarse más, preparar a los jóvenes. Ese es el camino para evitar los efectos que puede tener una subida del SMI sobre algunos colectivos concretos", ha asegurado el ministro.
Respecto a la negativa de la CEOE a apoyar en el momento actual una subida "moderada" del SMI, Escrivá ha apelado a la "sensibilidad y empatía" de los empresarios para que la respalden después de "todo el esfuerzo" que ha puesto el Gobierno en los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) y en las ayudas directas a las empresas. Cabe recordar que la posición de la patronal se fundamenta en la afectación negativa en el empleo que considera que conlleva la medida.
En todo caso, ha asegurado que "se sigue negociando" y que forma parte de la estrategia negociadora decir siempre que el acuerdo está difícil o que no lo habrá, algo que él mismo afirma haber comprobado durante las negociaciones con los agentes sociales para las distintas prórrogas de los ERTE.