
La inflación anual estimada del IPC en agosto de 2021 es del 3,3%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Supone el nivel más elevado desde octubre de 2012. De confirmarse, supondría un aumento de cuatro décimas en su tasa anual, ya que en el mes de julio esta variación fue del 2,9%.
Con el dato de agosto, el IPC interanual encadena su octava tasa positiva consecutiva y continúa en sus niveles más altos desde octubre del 2012.
Según Estadística, en el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en agosto del año pasado. A lo largo del mes de agosto ha marcado varios máximos históricos en el mercado mayorista y ha encarecido con fuerza la factura de la luz.
Hasta el próximo 14 de septiembre el INE no publicará la evolución de todos los componentes. Pero, además, de la luz otros productos energéticos también están disparando los costes para el consumidor. El precio del gas natural multiplica por cinco su precio respecto al año pasado. Y los combustibles también han experimentado una fuerte subida respecto a los niveles del año pasado. El alza de precios está siendo generalizada también en el comercio exterior.
El encarecimiento del nivel de vida principalmente está motivado por la subida de las materias primas ante la reapertura económica después del impacto de la pandemia y se está extendiendo por todo tipo de productos y servicios. La evolución está desbordando las previsiones para la economía global y para la española. El Banco de España y la Comisión Europea esperaban un IPC para 2021 alrededor del 2%. Las instituciones, empezando por el BCE, esperan que la presión alcista de los precios sea temporal y delimitada para 2021.
En tasa mensual, el IPC vuelve a tasas positivas al subir un 0,4% en agosto, tras caer un 0,8% en julio después de sumar cuatro meses consecutivos de ascensos.
El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en agosto una décima hasta el 0,7%, con lo que se sitúa más de dos puntos y medio por debajo de la del IPC general. Este subíndice suele ser muy seguido por los economistas porque suele marcar la tendencia a largo plazo de los precios al no estar sometido a tanta volatilidad. El índice subyacente también está despegando y ya se sitúa en máximos de 2020.
En el octavo mes de 2021, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 3,3%, cuatro décimas más que la registrada el mes anterior. Por su parte, el indicador adelantado del IPCA subió un 0,4% en tasa mensual.