
En el marco de los estudios que el grupo de expertos formado por el Ministerio de Hacienda para aquilatar los cimientos de la reforma tributaria Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha trasladado para su análisis una propuesta para la exención de los dividendos y de las ganancias derivadas de la desinversión en las pequeñas y medianas empresas cotizadas, así como la no sujeción al Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), con el objetivo de frenar la fuga de capitales experimentada en los últimos meses por las mejores condiciones existentes en otros países del entorno comunitario, como Luxemburgo.
BME argumenta en el documento remitido al citado comité que la fiscalidad de determinados productos financieros en España está "limitando el desarrollo de su oferta en el mercado español", mientras otros países europeos apuestan por la "corrección de algunas características con el objetivo de diversificar su mercado y ampliar las opciones de inversión a disposición de los ahorradores".
También propone la deducción en la cuota íntegra del IRPF de cierto porcentaje de las inversiones estables aportadas a través de ampliaciones de capital u ofertas públicas de compañías que vayan a cotizar en BME Growth y, para las sociedades, beneficios similares a los del capital riesgo, con la exención del 99% de la ganancia obtenida cuando la desinversión se produzca transcurrido más de un año.
Para los fondos cotizados o ETF, proponen el establecimiento de un régimen fiscal en las plusvalías y señala que la ausencia de diferimiento fiscal resta competitividad a estos productos frente a los fondos de inversión tradicionales. En cuanto a las sociedades de inversión (sicav), BME critica "la permanente incertidumbre regulatoria" y señala que se debe intentar frenar su deslocalización con un procedimiento para su conversión en fondos en una plataforma gestionada por BME, por ejemplo. Y critica la introducción de requisitos adicionales para poder disfrutar de los beneficios fiscales de las sicav con la Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude, que habría contribuido a "desestabilizar" el sector.
"La figura existe en toda la Unión Europea y con condiciones más laxas que en España, de ahí que los nuevos vehículos estén creándose en el extranjero, especialmente en Luxemburgo, país donde se cuida al máximo la industria de gestión de activos", destaca BME en el documento. La crítica se repite en el caso de las socimis. "Los últimos cambios en la fiscalidad no son relevantes cuantitativamente, pero, nuevamente, sí trasladan un mensaje negativo y de incertidumbre para los inversores", señala.
Dificultades
BME señala en el documento el hándicap de la industria española de fondos de inversión española frente a la de sus competidores en Europa: la imposibilidad de ceder en préstamo sus activos "para añadir una rentabilidad extra a sus inversiones en beneficio de los partícipes". Argumenta en este sentido que es una desventaja competitiva y que la posibilidad de un retorno adicional a los partícipes en un entorno de tipos negativos "acrecienta la necesidad de una normalización del préstamo de valores en España".
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