Economía

Camareros y dependientes toman el mando de los salarios: ¿Qué debe aprender España de lo que pasa en EEUU y Reino Unido?

  • Ambos países crecen rápido, con buen ritmo en vacunas y rozan pleno empleo
  • El cierre de fronteras provoca escasez de empleados en ciertos sectores
  • Parece remoto que pase en España cuando el paro estructural es tan elevado
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La pandemia y la veloz reapertura de las economías están dejando situaciones paradójicas en EEUU y Reino Unido. Mientras todavía hay miles de trabajadores sin empleo o varados en esquemas de protección, la escasez de mano de obra en sectores como hostelería y el comercio se dispara a niveles insospechados. Ambos países están dejando valiosas lecciones de lo que puede pasar en otros países europeos cuando avancen en la recuperación. Las empresas tendrán que luchar por el mismo empleado en sectores precarizados, cuando antes por el mínimo sueldo tenían varios candidatos. Para la mayoría de expertos es difícil que pase en España, pero no hay que perder ojo. EEUU y Reino Unido llevan meses de adelanto en la recuperación.

La recuperación económica después de la pandemia está teniendo consecuencias inesperadas. En EEUU y Reino Unido, los países más aventajados en la salida de la crisis sanitaria, se están encontrando con un problema que no estaba previsto en el guion. Miles de trabajadores han desaparecido de sus puestos de trabajos de antes de la pandemia, en actividades como en la hostelería o el comercio. Solían ser sectores en los que abundaban la mano de obra, pero ahora las empresas británicas y estadounidenses sufren para completar sus plantillas. Con ambas economías lanzadas y de fondo con la preocupación de la inflación alza, las complicaciones para cubrir las ofertas de trabajo está sorprendiendo hasta a los bancos centrales por las señales de sobre calentamiento de las economías.

Los mecanismos para proteger el empleo, los famosos Ertes en España, desde que los países adoptaron medidas restrictivas de movilidad, han tenido un éxito rotundo el evitar una destrucción de puestos de trabajo irreparable; pero la rápida apertura de las economías en Reino Unido y EEUU está provocando sorprendentes cuellos de botella en el mercado de trabajo. Faltan trabajadores en sectores como la hostelería y el comercio, que tradicionalmente han sido muy fácil de cubrir al no exigirse un alto nivel académico, ni técnico; mientras millones de personas siguen sin poder trabajar.

Las dos países tienen varios denominadores comunes. Las dos economías han cogido velocidad crucero, cuentan con más del 70% de la población vacunada y rozan el pleno empleo. "La escasez de trabajadores era una situación impensable hace unos años, pero las dos economías llevan años creciendo sin parar reduciendo el paro a mínimos históricos, el coronovirus solo ha sido un punto y seguido", resume el experto en mercados laborales Carles Pitart, Global Account E-commerce en Manpower y director de IntalentPlace.

Para Reino Unido, las consecuencias del Brexit explican parte de este fenómeno. El país tiene problemas para encontrar camioneros. Pero también camareros, cocineros o dependientes. "La política de cierre de fronteras que trajo Trump en EEUU y que provocó el Brexit es un factor en común en los dos países y ayuda a entender qué pasa", explica de Carlos Martín, director del Gabinete Económico de CCOO. Muchos puestos de trabajo se cubrían con mano de obra inmigrante.

¿Qué está pasando?

Sin duda, muchos trabajadores comunitarios se piensan dos veces migrar a Reino Unido, con las nuevas condiciones que hay tras la ruptura con la UE, y EEUU todavía arrastra la herencia de la política migratoria de Trump, pero hay más.

Justo antes de la pandemia, la cadena de restaurantes londinense D&D London recibía alrededor de 1.000 solicitudes para jefe de sala, ahora no llegan a 30 contaba estos días el Financial Times. "Para un puesto de chef normalmente atraemos sobre 50 candidatos; si hay suerte hoy tenemos cinco currículums", indica Carol Cairnes, gerente de la firma, para explicar las dificultades que tienen para cubrir las vacantes que les van surgiendo, y añade que, de los cinco candidatos en muchas ocasiones solo uno esta oportunamente cualificado para el puesto.

Se está compitiendo voracidad por los mejores candidatos y en parte está pasando porque la recuperación está siendo vertiginosa. Institute for Employment Studies habla en su análisis del mercado laboral británico de que los puestos vacantes en mayo ya ha superado los niveles previos a la pandemia. Tony Wilson, director la firma, apunta a que se está produciendo un fenómeno "muy inusual, todas las empresas están intentando contratar al mismo tiempo".

En EEUU la situación es parecida y no hay Brexit. Los datos del Departamento de Trabajo registran una histórica cifra de 9,3 millones de puestos de trabajo sin cubrir, el doble que hace un año y un 32% más que antes de la pandemia. Estos puestos están encabezados por la restauración (1,3 millones), venta al por menor (965.000) y manufactura (850.000). En los últimos doce meses, los restaurantes están experimentando un aumento brutal en restauración, con una subida de 531.000 vacantes desde antes de la pandemia.

McDonald's y muchas cadenas de comida rápida se han visto obligadas a subir salarios para no dejar huecos en sus plantillas. La gran mayoría de las compañías cotizadas repitieron las mismas palabras: "un mercado laboral muy ajustado". Una expresión muy anglosajona para describir que las ofertas de empleo son muy superiores a trabajadores disponibles.

Domino's Pizza dibujó el escenario a la perfección en sus resultados. "La combinación de Covid, fuertes ventas, la reapertura de la economía en general y el alto nivel de estímulo gubernamental está creando el mercado laboral más difícil que hemos visto en mucho tiempo", informó Reuters.

¿Puede pasar lo mismo en Europa y en España?

"A pesar de ser mercados laborales muy dinámicos y flexibles, la escasez de mano de obra se produce porque en estos países se cuida poco la capacitación en ciertos sectores como la hostelería o el comercio", apunta Javier Blasco, director del Adecco Group Institute. El fenómeno no deja de sorprender. Primero porque sucede en mercados que no pecan por un exceso de protección del trabajador. Y segundo porque se dan en sectores que deberían ser los primeros en beneficiarse de la vuelta a la normalidad tras la pandemia. La pregunta para los expertos es obligada: ¿Puede suceder lo mismo en Europa, y en particular en España, en un sector que genera tanto empleo, como el de la hostelería?

En materia laboral, el mercado anglosajón respecto al europeo se encuentra a las antípodas en muchos aspectos, pero el Viejo Continente va a pasar por un proceso parecido, una reapertura fulgurante en las actividades que se han mantenido a duras penas por el distanciamiento social. Para España todo parece preparado para que el turismo pase de cero a cien a la velocidad de la luz: buen ritmo en la vacunación, levantamiento de restricciones en fronteras, pasaportes covid y desaparición de medidas contra el Covid. "En Europa puede pasar, pero pasará de aquí a seis meses en España", anticipa Blasco. Y puede pasar, sobre todo, en un sector estratégico para el país, como es el turismo, que prácticamente suponía el 13% del empleo que se generó en el país antes de la pandemia, explica el experto. Todos los países que compiten por el turista extranjero abrirán sus fronteras casi al mismo tiempo y partiendo de cero. Las empresas turísticas se tendrán que poner a pleno rendimiento en poco tiempo.

"Vamos a competir para atraer a turistas con los países del norte de África y solo lo podemos hacer en calidad de servicio, y eso significa formación y capacitación para los trabajadores, ya no solo consiste en poner copas y ya está", explica. El directivo apunta a medio plazo a un vacío para encontrar perfiles adecuados en el sector turístico, como está sucediendo en la hostelería y comercio en EEUU y Reino Unido. "El mejor ejemplo es la perspectiva que hay para los trabajadores de agencias de viajes, cuando abra el turismo se exigirá a los trabajadores por lo menos dos idiomas y pasará algo parecido como en 2009 con la construcción", añade.

El sector de la construcción está pasando por un proceso parecido

Antes de la anterior crisis, el ladrillo fue el motor de crecimiento del empleo hasta que estalló la burbuja inmobiliaria. Más de un 1,7 millones de puestos de trabajos desaparecieron, dejando un hueco a medio y largo plazo difícil de cubrir para encontrar profesionales especializados, como soldadores, marmolistas o ferrallas. Muchos trabajadores cambiaron de sector, precipitaron su jubilación o, simplemente, salieron del país en busca de oportunidades laborales, recuerdan desde Adecco Group Institute. Blasco vislumbra un escenario parecido para el turismo cuando pase el primer boom y el paraguas de los Ertes empiecen desaparecer progresivamente. España se enfrentará a un vacío laboral "porque mientras en otros países europeos se ha invertido en recualificar a los trabajadores que se han quedado en Erte, en España no se ha hecho nada", critica por como se desviaron los fondos de formación a otras necesidades durante la pandemia.

"Es muy improbable que esta circunstancia en España se repita en el turismo", comenta Pitart desde Manpower. "Hay problemas empleabilidad en la industria, logística, administración y marketing y ventas, pero no en la hostelería, ni comercio", añade, aunque reconoce que en el sector también ha llegado la digitalización, pero con "impacto limitado a grandes operadores", por el cambio que ha supuesto la introducción de sistemas informáticos o el big data. "En este sentido puede haber algún problema para encontrar perfiles muy definidos, pero no prevemos problemas en trabajadores con menor formación", incide el experto.

La campaña para el turismo pinta bien. En mayo, que suele ser el mejor mes para el empleo al crecer las contrataciones de cara al verano, la economía española ha vuelto a generar más de 200.000 empleos. Son niveles previos a la pandemia, niveles de una economía española a pleno rendimiento que aumenta la contratación para la campaña estival. La reactivación del empleo para trabajadores en Ertes también es esperanzador. Se redujo en 96.141 los asalariados en expediente, con una importante salida en actividades relacionadas con el turismo, como es la hostelería, servicio de alojamiento y comercio.

Randstad prevé se generarán 438.550 empleos en España, un 20,7% más que el pasado año, aunque aún 29,5% por debajo del volumen obtenido en 2019. La cifra que se obtendrá en la campaña estival de este año es similar a la de 2015, cuando se firmaron 437.873 contratos. "El incremento en cerca del 21% de los niveles de contratación de cara a este verano es una de las mejores noticias que podemos recibir tras el golpe de la pandemia. Aunque aún estamos lejos de los volúmenes previos a la aparición del virus, este crecimiento de la contratación nos indica que caminamos de manera decidida hacia la recuperación", asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.

Buenas perspectivas para el turismo en verano

"La temporada turística va absorber a todos los empleados en Erte", vaticina Martín de CCOO. "Habrá buenas noticias en materia de empleo y en los próximos meses se va a mantener el ritmo de creación de empleo en 200.000 afiliados, la incertidumbre está a la baja y hay cierta euforia por la reapertura del turismo y la llegada de fondos europeos", ahonda.

La escasez de mano obra en sectores que movilizan mucho empleo plantea un problema de largo alcance. Las empresas se esfuerzan en cubrir los puestos de trabajo con mejores ofertas, lo que se traduce en mejores salarios. Y la mejora de nóminas conlleva un empujón más a la inflación, en un momento delicado, cuando las materias primas y los alimentos están disparadas.

Los economistas no paran de decir en el actual contexto que hay una inflación buena y otra mala. Reduciendo la explicación, una presión inflacionista ideal es aquella que mantiene al alza los precios sobre el 2%, apoyándose en un crecimiento económico y en una subida salarial moderadas. Cuando hay una inflación dañina es aquella con precios incontrolados por encima del 2% en las economías avanzadas y refleja importantes desequilibrios en la economía. En el actual escenario de la crisis sanitaria, las subidas del IPC apuntan a un recalentamiento de la economía.

Cuando uno de los mayores empleadores de EEUU como Amazon, se tiene que estrujar el cerebro para atraer a trabajadores, hay un desequilibrio importante en la economía. El gigante del retail no es que haya subido salarios es que ha tenido que darle una vuelta al pago de las nóminas para atraer a empleados. La compañía anticipa un pago de 1.500 dólares. Y en Reino Unido empieza a ser habitual que haya pagas extras a trabajadores que ayuden a la empresa a encontrar nuevos empleados.

Para los trabajadores, la buena noticia de un mercado laboral que no tiene suficientes trabajadores a su disposición es que los salarios aumentarán en sectores que estaban precarizados. Se impondrá la ley de la oferta y la demanda, beneficiando a los que siempre suele perjudicar, aunque probablemente dure poco.

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