No está decidido y tampoco se sabe si finalmente se producirá, pero dirigentes del PSOE próximos a La Moncloa confirman que el asunto está sobre la mesa y en la agenda de Pedro Sánchez y de Iván Redondo. Incluso el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page ha comentado a gentes de su entorno que una de las opciones que hoy se baraja en La Moncloa es una convocatoria anticipada de las elecciones generales, no inminente, pero sí para el otoño de 2022 antes de las autonómicas de Andalucía, que son las primeras en el calendario electoral.
Un movimiento este que le permitiría aprovechar el impacto favorable del final de la pandemia del COVID, el inicio de la recuperación por la llegada de los fondos europeos, desligarse de un socio de Gobierno incómodo para formar una nueva mayoría más centrada y con menos dependencia de los partidos independentistas, y cogería a la oposición de centroderecha dividida con el Partido Popular debilitado y en pleno proceso de renovación de proyecto político y, tal vez, también de dirección y liderazgo.
En 2022 acaba también la barra libre de déficit prorrogada por la Comisión Europea para reconstruir las economías de la Unión, lo que obligará a hacer ajustes y recortes, con el consiguiente desgaste del Gobierno, lo que aconseja tomar esas decisiones con un horizonte amplio por delante y no a un año vista de la cita con las urnas.
Desde Moncloa y en la sede socialista de Ferraz apuntan que el presidente del gobierno, estudia "proyecciones de encuestas y posibles escenarios con sus más estrechos y la decisión final estará en función de como evolucionen las encuestas. Si apuntan a un triunfo contundente del PSOE, que cifran en torno a los 140 escaños en el Congreso, unido al ascenso de VOX, que es el principal aliado del sanchismo para debilitar al PP, "se optaría por el adelanto de las generales" que, además, entienden "podría producir un efecto dominó en las autonómicas de Andalucía de diciembre" y recuperar el gobierno en esa comunidad.
Los resultados electorales en Cataluña, donde la candidatura de Podemos ha tenido una caída del 40% de sus votos, 132.000 sufragios menos, que viene a corroborar los desastres sufridos por los morados en Galicia y País Vasco, es otro argumento que anima a los partidarios del adelanto quienes sostienen que el PSOE "ha vuelto a posicionarse como el partido hegemónico e indiscutible de la izquierda".
Los datos del último Electopanel del 27 de febrero confirman esta tendencia, al adjudicar al PSOE un 29% de los votos si hubiera hoy elecciones, lo que les otorgarían 123 escaños, 1 punto y 2 diputados más que los que tiene hoy, mientras que Unidas Podemos obtendría sólo un 10,5% de los votos y 25 escaños, 10 menos de los actuales, y con clara tendencia de descenso.
El PSOE aprovecharía el impacto favorable del final de la pandemia, del inicio de la recuperación económica por la llegada de los fondos europeos y cogería a la oposición dividida y en proceso de renovación.
También bajaría el Partido Popular hasta un 20,8% de sufragios y 83 escaños, 6 menos que ahora, en beneficio de VOX que sumaría 70 escaños, 18 más, con un 19% de los votos. El Electopanel confirma también el hundimiento de Ciudadanos que quedaría con un 5% de votos y 4 escaños, 6 menos y sin posibilidad de formar grupo parlamentario.
Ruptura de la coalición
Una segunda posibilidad que se contempla es que Pablo Iglesias decida romper la coalición de gobierno a finales de este 2021. Miembros de la dirección socialista explican que el partido y el Gobierno han iniciado una "maniobra para minimizar el papel y la propaganda de Iglesias, frenando o modificando sensiblemente las iniciativas legislativas de los ministros podemitas". Es un secreto a voces que varios ministros socialistas, encabezados por la vicepresidenta Carmen Calvo, y los ministros Nadia Calviño, José Luis Escrivá y José Luis Ábalos están hartos de las salidas de tono de Iglesias y de su estrategia de "dinamitar el Gobierno desde dentro y de estar más preocupado de la propaganda en los medios de comunicación que de trabajar".
A esta estrategia socialista responden las recientes palabras del vicepresidente segundo indicando que "a lo mejor llegar un momento en que tenemos que decir hasta aquí hemos llegado", sensiblemente molestos por lo que califican de "boicot" de sus socios de gobierno a las leyes de transexualidad y de alquiler, a lo que se suma ahora la prohibición de las manifestaciones del 8-M en Madrid.
No se trata el tema ruptura a pesar de la distensión entre PSOE y Unidas Podemos
A pesar de todo, por el momento ni unos ni otros hablan de ruptura. En el PSOE son conscientes de que no podrían gobernar solo con 120 escaños, por lo que se decantan por esperar y convocar elecciones después del verano de 2022, mientras que en Europa ya han trasladado al Ejecutivo de Madrid su preocupación por qué tras las autonómicas de Cataluña los independentistas gobernarán en Cataluña pasando factura política a Sánchez, lo que sería aún más grave y más difícil de aguantar sin la muleta de Podemos, obligando al PSOE a buscar otras alianzas para mantenerse en el gobierno y que hoy, ni existen ni se esperan.
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