El Gobierno cambia de plan para intentar salvar a las empresas, pymes y autónomos ante el alto endeudamiento alcanzado durante la pandemia, especialmente a través de los avales ICO. Esto es lo que explica la batería de cambios legislativos que prepara con el fin de inyectar ayudas directas a las compañías más afectadas por la crisis. El viraje del Ejecutivo llega tarde comparado con otros países vecinos (como Francia o Alemania que ya han puesto en marcha estas inyecciones). Pero es que además, España necesita la venia de la Comisión Europea, que busca evitar distorsiones de la competencia a través de las ayudas estatales, pero sí permite un marco temporal transitorio para este tipo de alivios.
En esta ocasión, el papel de la banca será clave para hacer llegar esta bomba de oxígeno al tejido empresarial cuyos vehículos para materializarlo pasan por la quita de deuda de los avales ICO y la creación de un fondo para dar préstamos participativos. No obstante, aún hay flecos por atar sobre cuál será el futuro de las compañías más pequeñas y de los autónomos. Hasta la fecha, estos son los pasos dados por el Ejecutivo para echar a andar el plan:
¿Cuándo puede pedir el Gobierno poner en marcha las ayudas ?
La inyección de ayudas directas tendrá que esperar unas semanas, e incluso algún mes. Como cualquier trámite administrativo, donde es necesario que la Comisión dé su visto bueno, tiene su tiempo. En este momento, el Ministerio de Economía ha establecido ampliar readaptar nuestro 'plan paraguas' al Marco Temporal de la Comisión que regula todas las ayudas del Estado. Es el mecanismo para ampliar la batería de ayudas, aunque España ya había adoptado unas cuantas. Para afinar con la petición de esas ayudas, el Banco de España, el ICO y el Tesoro estudian las que mejor se pueden adaptar a las características del país. Una vez concluido este trámite, y que el Gobierno considere que cuadra con sus intereses políticos, entonces el Ejecutivo enviará su petición a Europa para que dé su ok a nuestro nuevo marco temporal. Lo más previsible es que diga que sí, y no tarde mucho en hacerlo.
¿Por qué lo solicita ahora?
Coincidiendo con la campaña de las elecciones catalanas del 14-F, con la crisis que las tensiones que Pablo Iglesias está provocando en el seno del Gobierno, y también con los planteamientos de la banca sobre los problemas financieros de las empresas, advertencia que ha suscrito esta semana el Banco de España, Nadia Calviño sostiene que nuestro país tiene que readaptar ahora su marco a la última revisión del Marco de la Comisión del 28 de enero -revisión en la que apenas se actualizan fechas y se adaptan los límites máximos de ayudas-. No en vano, las 'nuevas' ayudas directas a las que ahora se acoge Calviño ya estaban regularizadas por la Comisión 11 meses atrás.
¿Qué países han aplicado ya estas medidas?
El Gobierno de Pedro Sánchez ha defendido hasta ahora que el Ejecutivo español sí ha dado ayudas directas a las empresas afectadas por el covid, entre las cuales se encuentran en situación de especial emergencia, el turismo, la hostelería y el comercio. Sánchez, Montero, Calviño y Escrivá argumentan que, dentro de esas ayudas directas están los Eres y los avales ICO. Pero en Europa se han aplicado otro tipo de medidas. Las auténticas ayudas directas para este tipo de negocios, que por ejemplo han dejado hasta la fecha, 50.000 millones en Alemania, 13.500 millones en Francia o, 7.500 millones en Italia. Reino Unido y Países Bajos también han creado paquetes de transferencias directas a las pymes.
¿Qué vehículos se estudian?
Una de las modalidades que baraja el Gobierno para ayudar a las compañías pasa por aplicar quitas, es decir, perdonar parte de la deuda, a las empresas, pymes y autónomos que solicitaron préstamos avalados por el ICO. De esta financiación otorgada, que asciende a más de 115.000 millones de euros, el Estado ha avalado en torno al 79%, según los últimos datos del instituto de crédito. No obstante, en la negociación que mantienen Ejecutivo y entidades se baraja que los bancos también condonen parte de la deuda. Por otro lado, también se plantea la creación de un fondo público, pero en el que también participarían las entidades, con el que apoyar a las empresas con préstamos participativos, es decir, que los créditos se conviertan en capital. Dentro de este plan, se baraja la opción de convertir los avales ICO en créditos participativos. El objetivo de las entidades es poder salir de este capital a corto plazo, en unos tres o cuatro años. Asimismo, también está la posibilidad de que el Estado proporcione ayudas a fondo perdido, especialmente para los negocios más pequeños, bien directamente con inyecciones de capital o a través de exención de impuestos.
¿En qué consistirían las ayudas directas?
El Gobierno estudia inyecciones directas a las pymes y los autónomos durante cinco meses destinadas a sostener negocios viables. Las ayudas que Moncloa baraja oscilan entre el 70% y el 75% de la facturación registrada por el negocio en 2019 prorrateado por los cinco meses contemplados, según explican a elEconomista fuentes bancarias.
¿Hay otras medidas de alivio?
El Ministerio de Economía, junto al ICO, el Banco de España y las patronales bancarias además trabajan en preparar un marco regulatorio para refinanciar los préstamos ICO a aquellas empresas que, aunque viables, por la actual crisis y la bajada de ingresos no son capaces de afrontar los pagos. Cabe destacar que las compañías que lo quisieran podían solicitar una carencia de pago de hasta un año, es decir, que no empezaran a abonar la deuda pasado un año desde que solicitaron el préstamos. El Gobierno amplió en noviembre este periodo de carencia hasta los dos años y el periodo de devolución de cinco a ocho años. El nuevo marco podría reestructurar la deuda aumentando de nuevo los plazos.
¿Cuándo llegarán las inyecciones de capital?
En el momento en el que el Ejecutivo envíe su marco a Bruselas con la determinación de qué ayudas directas quiere acoplar del Marco Temporal de la Comisión, ésta hará su valoración y el pronunciamiento no puede tardar mucho. Europa anima a la actuación política de ayudas directas para evitar problemas de solvencia. Según fuentes del Ministerio de Economía, una vez que finalicen los trabajos técnicos del BDE, ICO y el Tesoro, la decisión de la Comisión Europa será un trámite relativamente corto en el tiempo.
¿A quién beneficiarán las ayudas?
Los principales beneficiarios de estas ayudas serán las empresas solventes y de un tamaño considerable. Tanto la Administración como los bancos buscan incurrir en las menores pérdidas posibles y por tanto analizarán con lupa que compañías tienen viabilidad futura a la hora de refinanciar los préstamos para garantizarse el cobro del crédito restante como a la hora de entrar en su capital con créditos participativos, para poder realizar una salida a futuro con la venta de la participación. Fuentes del sector financiero aseveran que ha compañías en las que será más difícil que tanto la banca como el Estado entren. "No se puede llegar a todos, al último bar ni al último hotel", aseguran las fuentes consultadas, pero señala que sí se puede entrar en el capital a través de estos préstamos participativos, incluso reconvirtiendo los créditos ICO, en compañías de mayor tamaño y con cuentas transparentes.
¿Qué ocurre con los autónomos?
Entre los autónomos cunde cierto desconcierto. Desconocen qué ayudas directas planea el Gobierno para las pymes, entre otras razones, porque señalan que no han sido informados al respecto. Es más, plantean, qué entiende el Ejecutivo de Pedro Sánchez por empresas viables. Se preguntan quién fijará ese criterio para determinar quién puede acogerse a esas ayudas y quién no. De la arbitrariedad y de la falta de transparencia recelan. No obstante, cabe recordar, que los avales que el ICO está concediendo, el 70% se han dirigido a pequeñas y medianas empresas.
¿Cuál es el papel de la banca?
La banca toma un papel clave en los planes de rescate a las empresas. De un lado, podrá canalizar las ayudas a las compañías e incluso adelantar mientras llegan los fondos europeos. Después, el Ejecutivo podrá reintegrar esta cuantía a los bancos o devolvérsela a través de activos fiscales. Además, en el caso de los créditos participativos, siempre en consonancia con el Gobierno en función de los acuerdos adoptados, será protagonista si se convierte parte de la deuda de las empresas en capital, pasando a tener participaciones de las compañías. Otro de los papeles más importantes del sector es su capacidad de discernir entre los clientes solventes e insolventes, datos a los que el Ejecutivo no tiene acceso. De hecho, las patronales bancarias, con el apoyo del Banco de España, trabajan ahora en evaluar cuáles son las compañías viables y cuáles son zombis para poder destinar mejor estas ayudas.
¿Qué ayudas directas quiere Podemos?
Mientras las áreas económicas del Ejecutivo se han esforzado en sostener que los Eres y los avales ICO eran ya ayudas directas suficientes para los sectores empresariales afectados, este viernes, igual que la semana pasada señaló el secretario de Estado, Nacho Álvarez, Unidas Podemos ha reclamado al Gobierno un fondo de 8.000 millones para ayudas directas a pymes y autónomos de hostelería. En su opinión, las medidas desplegadas son solo "respiración asistida" para las empresas. El grupo confederal, que comparte el Gobierno con el PSOE, ha plateado estas medidas en sendas cartas enviadas a la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.