
Los ministros de Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) han celebrado este miércoles su última videoconferencia de este turbulento 2020. Del encuentro digital, en el que pasarán revista a la situación económica de los pasados meses y el horizonte por delante, ha salido el mensaje de mantener los estímulos fiscales frente a la pandemia el próximo año a pesar de las "buenas noticias" que llegan sobre las vacunas, dada la enorme incertidumbre que rodea a la economía europea. Por eso, aquellos países cuyas medidas expiren podrían considerar necesario tomar nuevas acciones tanto económicas como sanitarias, como ya está ocurriendo en el caso de Alemania o Países Bajos.
"Hay un gran nivel de consenso entre todos los ministros sobre la necesidad de poner en marcha políticas fiscales en lo que queda de año y también en 2021 que apoyen la economía", ha señalado el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, en una rueda de prensa al término de la videoconferencia.
En una línea similar, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha apuntado que las "buenas noticias" sobre las vacunas han "impulsado las expectativas sobre la recuperación" y ha señalado que podría verse "una vuelta más rápida del PIB a sus niveles anteriores a la pandemia".
Sin embargo, ha insistido en que "la vacuna no será el final de la pandemia, sino las vacunaciones" y ha advertido de que las perspectivas económicas siguen rodeadas de "incertidumbre" de cara al invierno. "Podríamos ver los primeros brotes verdes de la recuperación en el primer trimestre del próximo años, pero todavía depende de algunos riesgos", ha augurado el italiano.
Los ministros no han discutido en qué momento habrá que ir cerrando el grifo o se reactivará el control del déficit y la deuda que contempla el Pacto de Estabilidad. Tampoco la revisión del Pacto de Estabilidad, en la que trabaja la Comisión Europea. Eso sí, en la declaración emitida desde Bruselas avisan que, a medio plazo, los países tienen que ir pensando en medidas para compensar el enorme gasto que están realizando, para garantizar la sostenibilidad de las cuentas. Una advertencia que la Comisión ya ha dirigido a media docena de países, entre ellos España.
El Eurogrupo también ha revisado este miércoles las conclusiones de la última cumbre del euro celebrada el pasado viernes, en la que los líderes pidieron a los ministros un calendario para completar la unión bancaria. La gran pieza pendiente es la creación de la garantía europea para los depósitos, a la que se opone sobre todo Alemania. Berlín insiste en reducir más aun los riesgos bancarios, como la concentración de deuda soberana en algunas entidades.
Un alto cargo europeo valoró que las conclusiones de la cumbre del euro introducen "un fuerte ímpetu" para continuar con los trabajos para completar la unión bancaria y la garantía de depósitos, la cual permanece atascada en las discusiones técnicas.
El Eurogrupo ha coincidido el mismo día que se ha aprobado en el Parlamento Europeo el Marco Financiero Plurianual, es decir, el presupuesto comunitario para los próximos siete años, de algo más de 1,1 billones de euros, y el nuevo mecanismo del Estado de Derecho. Esta nueva condicionalidad puede acarrear la suspensión de los fondos comunitarios, si los Estados miembros violan los principios de buena gestión presupuestaria, por ejemplo en casos de corrupción, o si no cuentan con la adecuada supervisión judicial independiente para asegurar que los fondos comunitarios son utilizados para su fin.
Se superará así una etapa más, aunque no la última, en el largo camino para aprobar el megapaquete presupuestario de la UE frente a la pandemia, al que también se suman los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación.
El esperado aprobado de la Eurocámara llegará tras haber conseguido los eurodiputados unos 16.000 millones de euros más para prioridades recortadas por los Estados miembros, como Erasmus o Salud, y tras haber endurecido ligeramente el mecanismo del Estado de Derecho.