Presentado por el presidente del Gobierno el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, expertos consultados por eE han valorado las líneas mollares de este trabajo, que en su generalidad, presenta más sombras que dudas. Mantienen que no se trata de un plan, y más bien parece un folleto, que es muy posible que Europa nos acabe devolviendo por falta de rigor y seriedad. Sostienen los expertos que el Gobierno dibuja un escenario demasiado optimista con la creación de 800.000 nuevos puestos de trabajo, cuando solo en 2020 se van a destruir cerca de un millón, el último trimestre del año se va a cerrar en negativo, y el próximo, en 2021, no parece que vaya a arrancar en positivo. Y máxime, cuando España puede sufrir una tercera oleada de la pandemia, por lo que se preguntan; "¿cómo pondremos en marcha esos programas?".
Con consenso determinan que, sin política, sin números, pensando en cómo mantener la legislatura haciendo un guiño de Presupuestos a sus socios, sin concreción, sin reformas ni programas para reactivar la economía, sin aclarar cómo piensa el Gobierno reducir la burocracia de una administración "que funciona como una gestoría de los años 70", es más que probable que este plan acabe como el Plan E de Zapatero.
En este borrador -subrayan- hay exceso de confianza en que recibiremos en tres años los 72.000 millones de euros que corresponden a subvenciones, de los 140.000 que la Comisión fijó para España. No queda claro cómo llega el dinero. Recuerdan que, solo entre 2014 y 2020, apenas aprovechamos el 34% de los fondos de la Unión Europea.
De otra parte, ponen el acento en que este plan se va a canalizar a través de los ministerios prescindiendo de oficinas independientes y técnicas como tienen Italia o Francia.
La previsión de un crecimiento del 7% en 2021 tampoco parece convencer a los expertos. Aprecian alborozo en el equipo económico del Gobierno, al que cuestionan por no haber contemplado más escenarios ni detallar cifras ni proyectos ni estudios serios, con total ausencia de un plan de evaluación. En realidad, resumen, lo que se ha presentado no es más que un plan de cómo me voy a gastar el dinero, sin una sola contrapartida de ingresos.
En nombre de Funcas, María Jesús Fernández Sánchez señala que el plan presentado por Sánchez es una cosa floja del que se esperaba detalles de los programas. En su opinión, tampoco explicó Pedro Sánchez el miércoles cómo funcionan los fondos. Y no entiende porque solo habló de subvenciones y ocultó la otra partida de 68.000 millones, que son préstamos. De eso no dijo nada, apunta.
La otra gran duda es la capacidad de nuestra administración para gestionar los fondos
En cuanto a un crecimiento del 7% le parece "bastante optimista, salvo que se apalanque inversión privada" .La creación de 800.000 puestos de trabajo en tres años gracias a los fondos es todo un misterio para Fernández Sánchez. Sobre todo -explica-, porque ese impacto va ligado a la ejecución de los proyectos, por tanto, "el impacto es transitorio. En cuanto se acaben los fondos, se acaba el empleo", dice. Cuando habla de 800.000 nuevos puestos de trabajo -insiste- habla del Plan E.
Para la economista de Funcas, la otra gran duda es la capacidad de nuestra administración para gestionar los fondos. "No es excesiva -recalca-, incluso aunque haya cambios". Pero, "¿Qué cambios? Creo que la cuantía será menor. Nuestra gestión es cuestionable", añade.
Sostenibilidad
Y falta otra cosa -abunda-, la sostenibilidad de nuestras cuentas, algo sobre lo que hace hincapié el Banco de España. "Aquí parece que entramos en barra libre hasta 2022. Pero con estas políticas podemos entrar en una dinámica de explosión de la deuda, y así no vamos a generar confianza", apostilla.
Para Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente y socio de la consultora Freemarket, "no existe plan ni hay cifras ni datos. Solo hay declaraciones". "Las medidas de aumento de gasto no se concretan en un texto presupuestario, y además, Sánchez no nos dice cómo financiarlo".
Discrepa Bernaldo de Quirós de esa proyección de crecimiento del 7%, "salvo que se prorroguen los Ertes, porque crecemos con el ritmo de destrucción de empleo, y tenemos una economía debilitada".
"No se lo va a tragar"
En su opinión, Europa "no se va a tragar este plan", un plan en el que el Gobierno "ha aprovechado para lanzarse al gasto. ¿Pero, qué dice la UE? Pues que el grueso se utilice en digitalización y descarbonización, y no que se lo chupen las políticas sociales", sostiene. De la ejecución de los fondos también duda el socio de Freemarket. Subraya que entre los años 2014 y 2020, España solo aprovechó el 34% de los fondos estructurales. Además -aventura-, "nuestra Administración es incapaz de absorber el grueso que puede disponer".
Mantiene Lorenzo Bernaldo de Quirós que, en estos momentos, el efecto del paro no se nota por los Ertes, y porque hay gente que no ha podido ir a las oficinas de empleo. Pero ese dato, el del paro, lo vamos a saber con el número de horas trabajadas".
No entiende que el plan solo hable de gastos y no de ingresos, y asimismo está convencido de que la recuperación diseñada por Moncloa es una estrategia de legislatura para ganar votos.
Mercedes Pizarro, del Círculo de Empresarios, señala por su parte la falta de concreción de los grandes números. "No se ve encaje de cada cosa". Se pregunta esta economista dónde están los 68.000 millones de préstamos que le corresponden a España. Lamenta de igual modo que no haya ninguna reforma ni mención alguna a estructura laboral con más flexibilidad. "La economía necesita abordar las reformas estructurales en un momento como este que es una buena oportunidad".
No entiende Pizarro de dónde se ha sacado el Gobierno la cifra de los 800.000 nuevos puestos de trabajo, cuando "ya hemos perdido casi un millón este año". Y añade que, después de los Ertes vendrán los ERE, "y eso te va a subir la tasa del paro". Para la economista del Círculo, el plan de Sánchez solo consiste en "cómo me voy a gastar el dinero".
Una reconstrucción detenida
Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea, habla de folleto, "yo ni diría que es un programa". "Es un folleto -añade- con muchas cajas negras y con cosas que ya están en marcha".
Es Felgueroso, junto a otros expertos, de los que piensan que si este es el plan que se envía a Europa será devuelto porque falta concreción para convencer. No entiende cómo, si dentro de unos meses, en 2021, habrá todavía pandemia, se podrán poner en marcha los planes. "La reconstrucción no va arrancar en 2021", afirma.

A su modo de ver, otro de los puntos flojos del plan es que este no cuenta con un apartado de evaluación donde se explique cómo cada programa cumple su objetivo.
Daniel Lacalle, responsable de la consultora financiera Tressis, pone su atención en "cómo es posible que este plan se canalice a través de los ministerios, poniendo a los ministros de comisarios políticos". Se detiene Lacalle en "la alegría" con la que Pedro Sánchez habla de los 27.000 millones de euros de fondos de la UE como si fueran ingresos, "creyendo que se va a levantar por la mañana y se va encontrar con un cheque". Así, también piensa que el presidente Sánchez se ha sacado del gorro los 800.000 nuevos puestos de trabajo".
Víctor Alvargonzález, fundador de Nextep, pone el énfasis en la obsolencia de una administración que parece una gestoría de los años 70, en esa gigantesca burocracia y en los excesos regulatorios. Además, se detiene en otros tres aspectos que no tienen cabida en este plan de recuperación: la falta de reformas para dinamizar la economía española, la falta de medidas para facultar el empleo juvenil y, una inversión definitiva en Educación.