
El Gobierno de coalición inicia este martes la preparación del anteproyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 que sustituyan a los actuales, prorrogados desde 2018 ante la falta de consenso para su renovación.
Según informan desde Moncloa, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, mantendrán una reunión a las 18:00 horas con la que inaugurarán la planificación de las nuevas cuentas y escenifican el fin de las asperezas entre PSOE y Unidas Podemos a cuenta del papel de Ciudadanos en la discusión.
"El Gobierno considera que la recuperación económica y social precisa, además del acuerdo europeo, de un nuevo acuerdo presupuestario para que en los próximos meses podamos impulsar las políticas progresistas que necesita España tras la pandemia con el respaldo de los fondos comunitarios", añade la nota enviada a primera hora de esta mañana.
El inicio de los preparativos llega un día después de que el presidente Pedro Sánchez ofreciera una conferencia ante los máximos representantes del Ibex 35 y de la sociedad civil en la que avanzó su hoja de ruta económica -con la promesa de impulsar la economía por encima del 2% del PIB en 10 años- y remarcó la necesidad de "unidad" para afrontar la crisis que deja la pandemia y que le sirvió como intento de presión a la oposición para que no bloquee la aprobación de unos nuevos Presupuestos.
Camino complejo
Y es que el panorama político se arroja cuanto menos complejo. Pablo Casado acude a Moncloa el miércoles a las 10:00 horas con el 'no' de antemano. Casado, muy crítico con la gestión del Gobierno durante la crisis sanitaria, transmitirá a Sánchez su negativa a unas cuentas en las que esté Podemos, reafirmando su rechazo a que los de Pablo Iglesias estén en el Consejo de Ministros. "A mí no me presiona nadie", ha insistido este martes en una entrevista en Antena 3.
La ronda la seguirá Sánchez con Inés Arrimadas. La líder de Ciudadanos será recibida también mañana, a las 17:00 horas, y trasladará al presidente las exigencias de Ciudadanos, quien durante las últimas prórrogas del estado de alarma fue clave para sacar adelante la votación parlamentaria.
Sánchez sorteó ayer un gran escollo, precisamente con Cs como protagonista indirecto. Unidas Podemos recordó la semana pasada que no apoyaría unos Presupuestos que fueran consensuados con Ciudadanos al entender los intereses de la formación naranja como contrarios a la 'vía social' de este Gobierno. Sin embargo, ayer se suavizó la situación entre socialistas y morados, que acordaron negociar las cuentas primero para después buscar el apoyo de Cs, una vía que desde ERC ya han rechazado.
Sánchez tiene en mente unos presupuestos de consenso pero no se cierra a ceder para sacar la votación adelante, siempre manteniendo la esencia del acuerdo al que llegue con Podemos.
"No pueden ser unos presupuestos excluyentes", ha indicado Sánchez esta mañana en Cadena Ser, donde ha reconocido que necesitarán el apoyo de socios estratégicos del Congreso para sacar adelante el proyecto: "Es comprensible que trascienda la aritmética parlamentaria", ha añadido al asegurar que aún confía en poder contar con los republicanos catalanes: "No vamos a vetar a ningún grupo parlamentario".
Así, el presidente ha vuelto a remarcar su confianza en que el Gobierno de coalición agote la legislatura: "Ante una prueba como esta [la pandemia] la lealtad es francamente notable".