Economía

Las patronales ven una recuperación más lenta que lo dicho por el Gobierno

  • Consideran imprescindible alargar los Ertes a fin de año y que no haya subidas de impuestos
  • Desde los empresarios temen una destrucción de tejido empresarial con un aumento del paro
Foto: Efe

Situación crítica, compleja, complicada, poco halagüeña, muy grave... Muchos son los adjetivos que emplean los empresarios para calificar el devenir económico y laboral del último cuatrimestre del año. Pero todos confluyen en el mismo: un profundo pesimismo, con ligeros matices en función de cómo haya afectado a su sector el Covid-19. Un pesimismo que hace pensar al tejido productivo que la recuperación será más lenta que lo insinuado por el Gobierno.

Fuentes de la gran patronal CEOE hacen un negro balance: "no podemos hablar de normalización hasta que volvamos a los niveles de actividad y empleo previos a la crisis, lo cual probablemente no se producirá en el mejor de los casos hasta 2022". En esta línea, Miguel Garrido, presidente de CEIM-Madrid, comenta que "prevén una vuelta a la actividad con mucho menos brío de lo que se ha anunciado desde el Gobierno, con esa recuperación en uve o eso de que ha empezado la recuperación".

En Foment del Treball así lo creen también. "Todo apunta a que no tendremos el fuerte parálisis del anterior episodio epidémico, pero que este segundo rebote, aún suave, no permitirá empezar con la recuperación prevista, y avanzaremos a ritmo más lento", señala Salvador Guillermo, secretario general adjunto y director de Economía de la patronal catalana, que sobre el empleo dice: "La recuperación va a ser también más lenta".

Para el último cuatrimestre, las patronales coinciden en la palabra incertidumbre; incertidumbre a cómo evolucionará la pandemia, lo que sin duda determinará la recuperación del empleo y la actividad del último tramo del año; pero sobre todo, y lo resaltan con preocupante, incertidumbre a qué medidas sanitarias y económicas adoptarán las autoridades. Lo contrario a un escenario propicio para los negocios, como remarca el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva: "Las empresas necesitan certidumbre para desarrollar su actividad".

Las cifras actuales no muestran un panorama esperanzador, con una deuda pública en 1,29 billones, un déficit público que ya se ha colocado en el 115% del PIB, o un déficit de la Seguridad Social de 100.000 millones. El sector turismo, motor de la economía española, prevé perder este año 100.000 millones, el 70% de su facturación, igual que las compañías aéreas. Y todo ello, si no se agudiza la pandemia y se pasa a un escenario más duro.

"No podemos permitirnos otro confinamiento, la viabilidad de muchas pymes está en el aire", dice Cuerva

Varias son las preocupaciones que los empresarios muestran para este otoño, aunque sobresalen dos: la vuelta a un confinamiento total y medidas totalmente inadecuadas en estos momentos como la subida de impuestos o una rigidez en la normativa laboral.

Muchas voces son las que se levantan contra un nuevo confinamiento global. "No podemos permitirnos otro confinamiento, la viabilidad de muchas pymes está en el aire", dice Cuerva o "conviene evitar un confinamiento general", apunta Mercedes Pizarro, directora de Economía del Círculo de Empresarios, entre otros muchos.

Nuevo confinamiento

Un nuevo confinamiento sería, según apuntan los consultados, poco menos que el fin. Sin embargo, con el endurecimiento de ciertas medidas, que ya se han tomado para frenar los rebrotes, la situación sigue siendo horrísona en opinión de las grandes patronales territoriales y sectoriales. Todos vaticinan cierres de empresas y un aumento del desempleo que se cifra en cientos de miles.

Empezando por la CEOE que suavemente pronostica que "el deterioro de la actividad ha sido tan intenso en el segundo trimestre, que ha producido importantes pérdidas en las empresas que va a provocar una menor o mayor desaparición de tejido productivo en función de su persistencia en el tiempo y de la intensificación de la medidas de apoyo a las empresas, lo que a su vez condiciona la capacidad de recuperación".

Con un diagnóstico pesimista, pero claro, del arranque de septiembre, la CEOE no es la única en solicitar medidas en apoyo a la empresa como único salvavidas para impedir el cierre masivo de negocios. "Para recuperar el empleo es imprescindible apoyar de forma decidida a las pymes españolas, que generan el 70% del empleo", remarca el presidente de Cepyme. Su homólogo en CEIM baja más a la arena y considera que el otoño va a ser duro no sólo por los rebrotes, también porque "no se han tomado las medidas que necesitaba nuestra economía, no solo coyunturales, sino de alcance que atajasen los verdaderos problemas que tienen nuestras empresas de falta de competitividad, de falta de flexibilidad o de falta de liquidez".

Hilario Alfaro: "A las empresas españolas nos espera un otoño muy duro; una parte muy importante de los créditos ICO concedidos a las empresas los tienen agotados"

Pizarro, del Círculo de Empresarios, considera que las perspectivas para el empleo en los próximos meses no son "muy halagüeñas y pasan, sin duda, por mantener la figura de los Ertes y flexibilizar los ámbitos laboral y fiscal para favorecer la actividad económica, el consumo y la inversión y así dar opciones de viabilidad a las empresas, en particular, a pymes y autónomos"

Recetas que son unánimes entre todos los consultados. A la cabeza, la continuidad de los Ertes, pero no solo hasta diciembre, sino más allá. "A las empresas españolas nos espera un otoño muy duro; una parte muy importante de los créditos ICO concedidos a las empresas los tienen agotados. Reclamamos que los Ertes se alarguen mínimo hasta el 1 abril y se vayan levantando según se recupere la demanda de cada sector", pide Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial.

Desde los sectores

Pero los Ertes no es la única gran petición que hace el tejido productivo; inciden en la necesidad de que no se suban impuestos o que se caiga en rigideces laborales. Una demanda que encabeza la propia CEOE al decir que "es obligado no aumentar los impuestos que soportan las empresas y que los fondos de reconstrucción europeos prioricen las acciones que favorezcan la competitividad y la resiliencia empresarial", pero que señalan también Miguel Garrido, el presidente de UNO (logística y transporte), Francisco Aranda, o el director general de Astic (transportes internacional por carretera), Ramón Valdivia.

En conjunto, son medidas que suscriben también desde las patronales sectoriales, aunque además, cada una de ellas realiza un balance del otoño muy ligado a su sector y con demandas específicas.

Entre los sectores que en peor situación se encuentran, los ligados al turismo están en cabeza, aunque en el caso de la hostelería se suma también las medidas restrictivas por la pandemia, con especial incidencia del ocio de la noche. "El otoño va a ser muy, muy duro, muy complicado, muy complejo, una situación muy grave", dice José Yzuel que considera que "turísticamente es un verano desastroso y el otoño no va a ser mejor, y los rebrotes están haciendo una situación casi dramática. Las autoridades sanitarias no saben cómo resolverlo, y es evidente que las medidas que están tomando, centrándose prácticamente en la hostelería, auguran que esto se va complicar. El otoño va a ser una escabechina absoluta y los datos van a ser demoledores".

También sobre hostelería, el presidente de Upta, de autónomos, Eduardo Abad, considera que "a la luz de los rebrotes y las decisiones de cerrar el ocio nocturno, va a suponer un verano agrio para la recuperación de la pequeña hostelería, donde trabajan más 350.000 autónomos, más de la mitad dedicado a actividades nocturnas. El comercio no ha remontado, con pérdidas de facturación del 70%. Lo que arrojará un octubre muy caliente. Manejamos que unos 400.000 autónomos desaparezcan este año, arrastrando a unos 250.000 trabajadores, porque no están preparados para una segunda oleada de confinamiento y la poca confianza que todavía tiene el consumidor".

Las aerolíneas son otro sector muy tocado. Javier Gándara, presidente de ALA, dice que las compañías aéreas no solo se han visto obligadas a ajustar su operativa a una menor demanda que podría tardar hasta 2024 para recuperar los niveles de 2019, sino también su plantilla. De hecho, según IATA, más de un millón de empleos del sector aéreo en España están en riesgo", y pide bonificar la tasa de pasajero y aterrizaje para impulsar la demanda y, preservar el empleo y el papel estratégico del sector.

El transporte también ve con incertidumbre el fin de año. En viajeros, Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, señala que en otoño "no se va recuperar ni el empleo ni la actividad porque no hay demanda" y solicita la prórroga de los Ertes, porque si no los trabajadores irán a un ERE. Alfonso Taborda, presidente de Direbús, pone cifra al drama de su sector: "La previsión es que en los próximos 6 meses de los 50.000 empleos directos que genera el sector se pierdan entre el 70% y el 80%, más de 3.000 empresas, 40.000 vehículos parados y 40.000 empleos perdidos". Y hace una petición y un vaticinio al decir que si "no llegamos a acuerdos para que el 30% de los fondos de reconstrucción europeos venga a rescatar al sector turístico, España habrá perdido el motor de su economía".

Domínguez del Valle (Fedetaxi): "No se prevé la vuelta al trabajo del 75% de los 35.000 asalariados que contratan los 65.000 autónomos del taxi"

En el de mercancías, desde la logística, el presidente de UNO, Francisco Aranda, va más allá de las medidas en términos de paro que ha generado la pandemia en su sector. "En solo tres meses hemos experimentado una transformación prevista en cinco años. La crisis ha provocado un cambio de paradigma", en referencia a la adaptación de la logística y el reparto al comercio online que se ha disparado en este periodo. Pero también muestra preocupación por una coyuntura dominada por un "sock de demanda" lastrada por un consumo que no se recupera. En este contexto, se alarma ante la incertidumbre que se genera desde el Gobierno con anuncios de medidas laborales, o posibles subidas de impuestos".

El director general Astic, transporte internacional por carretera, Ramón Valdivia, incide en esta incertidumbre y traslada preguntas como ¿va a subir los impuestos y si es así cuáles? o ¿se van a prorrogar los Ertes? Nuria Lacaci, directora general de la patronal de cargadores, insiste en que no se puede salir de la crisis si no se recupera el consumo, una idea en la que incide Emilio Domínguez del Valle, secretario general de Fedetaxi, que augura que "no se prevé la vuelta al trabajo del 75% de los 35.000 asalariados que contratan los 65.000 autónomos del taxi, si no se recuperan la rentabilidad de los coches que actualmente apenas cubren gastos". El director general de Free Now, Jaime Rodríguez de Santiago, cifra en un 50% la ocupación de los taxis.

Sanidad

Un pesimismo que también transmite el transporte ferroviario de mercancías a través de Juan Pedrero, presidente de AEFP, que prevé que no se va a producir una recuperación del empleo en el sector a fin de año y "nos tememos que se va a destruir más empleo, pasando de los actuales Ertes a los ERE (de extinción de empleo)".

En Sanidad hay algo menos de pesimismo. Fuentes de la Federación de Tecnología Sanitaria reconocen que son un sector cíclico y, por tanto, incorporarán los empleos destruidos cuando se "recupere la actividad". Mejor paradas han salido las empresa de biotech, muy favorecidas por la fuerte investigación sanitaria. Ion Arocena, su director general, reconoce que están resistiendo de "forma más correcta".

Concesionarios, un oasis

La distribución del automóvil es uno de los pocos sectores que ha arrancado con fuerza. Las matriculaciones en julio crecieron un 5,6% impulsadas por los planes del Gobierno de ayuda a la compra. Sin embargo, Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, habla de un oasis con muchos riesgos. Dos son los nubarrones que atenazan la venta de coches. Por un lado, rebrotes que impongan nuevas restricciones y, segundo, que no se recuperen los otros sectores. En definitiva, si la economía va mal, pocos se atreverán a comprar un bien del valor de un automóvil. Por eso, Pérez pide al Gobierno que arroje certidumbre sobre las posibles medidas sanitarias.

Con información de Javier Romera, África Semprún, Javier Ruíz-Tagle y Juan Ferrari.

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