Economía

Coartadas de Torra para no pisar la cuna del castellano

  • Pesa la decisión de suspender el tercer grado a Oriol Junqueras
  • Y junto a la fobia a España se esconde la 'guerra' que mantiene con ERC
El presidente de la Generalitat, Quim Torra. EFE

A Dios rogando y con el mazo dando. Con este refrán castellano, aunque le pese, se puede definir la actitud y la actuación del presidente catalán, el esperpéntico Quim Torra, que se niega a acudir a la Conferencia de Presidentes autonómicos en San Millán de la Cogolla, la localidad riojana cuna del idioma castellano, mientras implora a los españoles que vayan a hacer turismo en Cataluña con ese eslogan de Cataluña es tu casa, que dicho y lanzado desde la Generalitat resulta una ironía de difícil credibilidad para la mayoría de ciudadanos del resto de las comunidades españolas La "crítica" -así la define el propio Torra- situación de los rebrotes del Covid-19 en la comunidad catalana es la excusa que alega el dirigente catalán para dar la espantada a Pedro Sánchez y al resto de sus homólogos autonómicos. Idéntico pretexto al que esgrimió para reducir al máximo la visita de los Reyes. Sin embargo, y como admiten dirigentes políticos y empresariales de la Ciudad Condal tras esta evasiva se esconden tanto motivos políticos, relacionados con la próxima convocatoria electoral en Cataluña, como ese irracional odio a España y a lo español que es consustancial a la naturaleza del todavía 'president'.

A ello se ha añadido en la última semana la decisión de la Fiscalía de suspender el tercer grado penitenciario a Oriol Junqueras y el resto de condenados por la intentona golpista del 1-O. "Es una venganza", ha declarado Torra, quién daba por roto el diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez. "Lo suyo es la demagogia. Es un activista que está en campaña electoral", afirman, desde el estamento empresarial, mientras recuerdan que hace solo uno días el Govern que preside Torra ha lanzado un plan de fomento de la lectura con libros solo en catalán y en occitano, la "lengua de oc" que en España solo se habla en algunas localidades del Valle de Arán y el pirineo leridano.

Torra: "No es nada natural hablar en español en Cataluña... Cuando se decide no hablar en catalán se está decidiendo dar la espalada a Cataluña."

Pero la aversión de Torra hacia el castellano viene de lejos y revestida solo con argumentos viscerales, que no lógicos ni racionales. Recordar que en un artículo publicado en el diario digital 'El Mon', el 19 de diciembre de 2012, el hoy 'president' afirmaba en referencia a los españoles "ahora miras a tu país y vuelves a hablar a las bestias... Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio".

Opinión que se añadía a la publicada meses antes en 'Matin Digital', contra la entonces delegada del Gobierno en Cataluña, María Llanos de Luna, en la que aseguraba que "no es nada natural hablar en español en Cataluña... Sin lengua no hay país. Y cuando se decide no hablar en catalán se está decidiendo dar la espalada a Cataluña".

Los fondos y el Covid

Son solo algunas de las "perlas" de este personaje que se dedica más a odiar que a gobernar y cuya desastrosa gestión está llevando a Cataluña a la ruina sanitaria y económica. Un nacionalismo irracional y rancio que le lleva a no asistir a La Rioja, a una cumbre autonómica en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a informar sobre el acuerdo de la UE para crear el fondo de recuperación, del que a España corresponden más de 140.000 millones de euros. Un fondo que es de vital importancia para los catalanes y para una Cataluña que ya ha sido superada por Madrid en el liderazgo económico de España por su contribución al PIB, un 19,3%, tres décimas por encima de la comunidad de Torra, quien eso sí ya se ha apresurado a pedir 30.000 millones, que no va a tener la gallardía de justificar ni defender presencialmente en San Millán.

Y, junto a esa fobia visceral a España, en la negativa de Quim Torra se esconden también la "guerra" frontal que mantiene con sus socios de ERC, de cara a los próximos comicios autonómicos, en los que sabe que no volverá a repetir al frente del Govern, asediado por el avance de Esquerra y la aparición del nuevo partido de su "amigo" Puigdemont.

Torra sabe que para no quedar sumido en la irrelevancia tras las urnas o para no pasar a la historia como el presidente más nefasto de la autonomía, necesita exacerbar su nacionalismo. Por eso ha vuelto a amenazar con repetir el referéndum y por eso el pasado fin de semana, durante el acto de refundación de JxCat tuvo la osadía de afirmar que "por la salud de todos necesitamos la independencia".

Gestos que se añaden a la suspensión, por ahora, de la mesa de negociación entre el Gobierno de España y el Govern, prevista para este mes de julio y que las fuentes consultadas apuntan que muy probablemente no se celebrará hasta después de los comicios, en la próxima legislatura autonómica que en los círculos políticos y empresariales de la Ciudad Condal no esperan antes de noviembre. Como es habitual, tampoco acudirá a esta Conferencia de Presidentes, de carácter presencial y presidida por el Rey Felipe VI, el 'lehendakari' en funciones, Iñigo Urkullu, aunque en el caso del mandatario vasco el pretexto es el incumplimiento del Ejecutivo de Pedro Sánchez de acordar una fecha cerrada para celebrar la Comisión Mixta del Concierto Económico. "Nuestra confianza en el Gobierno está en el tanque de reserva", ha afirmado Urkullu.

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