Pedro Sánchez echó el cierre a la persiana del curso político con el tono triunfalista que le acompaña estos días por los 140.000 millones de euros que España recibirá de transferencias y deuda de la UE. Los aplausos de una bancada rebosante de diputados del Grupo Socialista y de Unidas Podemos -más de lo permitido desde el coronavirus- han vuelto a adonar el autobombo del Gobierno de coalición.
El líder socialista también se despidió del Parlamento -al que acudió para hablar de la última cumbre del Consejo Europeo- sin un Plan B aparente a corto o medio plazo, con rebrotes por doquier, sin desarrollo de leyes y protocolos, sin aprovisionamiento de material sanitario y farmacéutico frente a una segunda oleada, la incertidumbre de otro confinamiento, las residencias de la tercera edad sin reorganizar, incluso con el reconocimiento de que nunca existió aquel comité de expertos anónimo que Moncloa aseguró que trabajaba por la desescalada.
Sánchez se va de vacaciones sin cuadro senda fiscal y cuadro macroeconómico
De igual modo, el jefe del Ejecutivo cierra la puerta al Palacio de la Carrera de San Jerónimo hasta septiembre sin presentar a tiempo la senda fiscal y el cuadro macroeconómico, o el plan nacional de reformas. Y, por último, coge vacaciones con menos apoyos de los esperados, porque ni a Esquerra ni a PNV convenció el triunfalismo de Pedro Sánchez, ni la sentencia de que esta "será una legislatura larga y fructífera".
Bien al contrario, catalanes y vascos cuestionaron sus "bandazos", su capacidad de gestión, o la fortaleza del pacto con Pablo Iglesias. Y en cuanto a los Presupuestos Generales del Estado de 2021, dibujaron un escenario confuso y desordenado, dando por hecho que el PSOE preferirá a Ciudadanos para convencer a Europa de los fondos.
El primero en afear la "arrogancia" de Sánchez fue Pablo Casado en nombre del Partido Popular. Pero los principales socios de investidura tampoco se quedaron atrás. A tenor de las declaraciones, se pudo apreciar como PNV y Esquerra no parecen estar por la labor de pactar con Sánchez los Presupuestos Generales del Estado, si antes -en el caso del PNV-, no hace unas Cuentas serias con números que cuadren, y arregla los "problemas endémicos" del País Vasco.
El Gobierno asocia los fondos de la UE con el éxito en los Presupuestos
A los jeltzales les sorprende la ingenuidad o la retórica de laboratorio en la que el Gobierno asocia los fondos de la UE con el éxito en los Presupuestos. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, fue incisivo en esa apreciación, y al respecto aclaró que la legislatura no está salvada "si piensan que va a haber dinero suficiente para contentar a todos con el Presupuesto".
"El dinero -explicó Esteban- no va a arreglar la continuidad de la legislatura". Además, remarcó sobre la condicionalidad, "esto no es un simple reparto en base a consideraciones genéricas. Se equivocará quien piense que Bruselas va a mirar a otra parte, porque será un cobro a plazos con certificación de obra y el trabajo bien encaminado. El desembolso no será inmediato", dijo el portavoz penuevista, no sin remarcar, que "la próxima curva en la carretera son los Presupuestos. Piense en eso", señaló.
Por su parte, Gabriel Rufián, de ERC, adelantó que el Gobierno pactará con Cs los Presupuestos Generales , "obligado por la UE para tener esos fondos". Aseguró el diputado republicano que los fondos de reconstrucción sí tendrán concidionalidad, aventurando que las Cuentas serán restrictivas y vendrán con recortes.
"Larga y fructífera"
Sánchez centró gran parte de su ofensiva en reprochar a Pablo Casado la falta de apoyo al Gobierno en las negociaciones de los fondos de la UE. Llegó a acusarle de intrigador. Como en anteriores ocasiones, el jefe del Ejecutivo no respondió al ofrecimiento de los dos planes de choque que el líder del PP planteó en el transcurso del debate: un plan sanitario y otro económico con importantes rebajas fiscales y mayor flexibilidad laboral y menos burocracia.
Ajeno a estas ofertas, Sánchez criticó al PP por no asemejarse a las derechas centradas, que "en Europa no pactan con la ultraderecha". Casado, por su parte, instó a Sánchez a que actuara, a que no volviera a caer por segunda vez en la misma piedra, y a que eligiera "entre Europa y sus socios, entre la centralidad y los extremos". Y desde ese punto de vista le argumentó, "que no puede decir que tiene una agenda económica para cumplir con el rescate, y decir que tiene una agenda política para cumplir con sus socios".
Esta posición también fue defendida por Ciudadanos, quien animó al dirigente socialista a que escogiera el camino recto y cumpliera las condiciones que pone Europa, y acordar las mejores inversiones de esos fondos, y ejecutarlas.
Sánchez, por su parte, mantuvo que los fondos no tienen condicionalidad, que nuestros planes están en consonancia con la UE, advirtiendo a la oposición: "¡Prepárense para una legislatura larga y fructífera!".