
El presidente galo, Emmanuel Macron, anunció el martes las primeras líneas de su plan de acción para combatir la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus Covid-19. Tras el desfile conmemorativo de la fiesta nacional francesa, concedió una entrevista televisiva en la que cifró en 100.000 millones su plan de estímulo, manifestó su rechazo a las subidas de impuestos en esta coyuntura, y declaró obligatoria la mascarilla en todos los lugares públicos cerrados desde el próximo 1 de agosto, entre otras medidas.
Macron anunció que activará exenciones durante uno o dos años con el objeto de fomentar la contratación de empleados con baja cualificación y un tope de hasta 1,6 veces el salario mínimo interprofesional de crecimiento (SMIC). Descartó subir los impuestos para hacer frente a la explosión del gasto público y al mismo tiempo, pidió una moderación de los dividendos en caso de que se requiera un esfuerzo de los empleados. "Hay una trayectoria fiscal decidida, y se mantendrá", dijo. No se resuelve una crisis como esta con alzas fiscales, la gente no consume, la duda se instala y el país así no despega, argumentó.
Reconoció Macron que El Elíseo ha gastado masivamente: 460.000 millones de euros en compromisos públicos -garantías, préstamos, partidas presupuestarias- y que tendrá que complementarlo con un plan de recuperación masiva, y transigir con que estos compromisos se acumulen en la deuda del Covid, que se amortizarán a muy largo plazo, con el relanzamiento e inversiones masivas.
Sobre el ISF, el Impuesto de Solidaridad a la Fortuna, creado en 1989 y sustituido en 2018 por el Impuesto sobre la Fortuna Inmobiliaria (IFI) indicó este martes Macron a TF1, France 2 y France Inter, que "existe una posible opción de suspender el tributo sobre la vivienda, lo que podría ser una señal de justicia en un momento excepcional.
Se prevé que el plan de estímulo de Macron incluya también bajadas de la Cotización sobre el Valor Añadido de las Empresas (CVAE) un impuesto que recaudan las Administraciones regionales francesas, inquietas ante la medida.
Abogó también por caminar hacia un modelo ecológico, industrial y ambiental, y por el desarrollo de la tecnología digital con el impulso al transporte ferroviario de mercancías, los trenes nocturnos y las líneas de corta distancia.
En cuanto a la reforma de las pensiones, cree que Francia no "escatimará en una reforma" de su Sistema, pero admitió que el plan del Gobierno no podía mantenerse tal como estaba antes de la crisis del Covid-19. "La cuestión es poder pagar las pensiones", dijo, para anunciar que el primer ministro, Jean Castex, va a reunir a todos los interlocutores sociales el viernes para definir un calendario pertinente, aunque -recalcó- la prioridad para este verano y el otoño es el empleo. "En los próximos años habrá que reformar las pensiones", zanjó.
Previsiones económicas
No en vano, el presidente francés reconoció que "todos los institutos dicen que habrá entre 800.000 y 1 millón más de desempleados para la primavera de 2021", a causa del confinamiento y la hiberación durante dos meses, y admitió también que la recuperación es difícil, por lo que prometió actuaciones en materia de cultura, turismo, restauración y construcción para paliar el desempleo masivo al que se enfrenta el país.
Recalcó su voluntad de apoyar la actividad, apoyar a los empleados y prepararnos para lo que viene después. Sacó pecho de que el esquema de trabajo a corto plazo fue el más generoso de Europa, y se evitaron despidos, amén de haberse proporcionado préstamos garantizados a las empresas, moratorias e incluso lo que nunca antes se había hecho en nuestra historia con exenciones de cargas. "Eso nos permitió aguantar", resolvió.
Abogó por la moderación salarial "por un tiempo" emplazando "al día que las cosas mejoren"
"Ahora estamos entrando en un período en el que la actividad no es del todo normal. Vamos a seguir protegiendo a los empleados y sus habilidades, con la actividad parcial a largo plazo decidida con los interlocutores sociales", a los que advirtió de que este plan no es una patente de corso: "Esto no debe ser un chantaje, sino un diálogo social con los agentes".
En este sentido, abogó por la moderación salarial "por un tiempo" emplazando "al día que las cosas mejoren" que los trabajadores puedan recibir mejoras o participación en los beneficios. Hizo especial hincapié Macron en la juventud, como colectivo prioritario, y en la educación. "No debemos perder la batalla del aprendizaje, de los contratos de profesionalización", y prometió crear 300.000 contratos de integración en los próximos meses.
Principales iniciativas
Incentivos a la contratación juvenil
El Elíseo creará exenciones para incentivar el empleo de baja cualificación.
No subir tributos
París descarta subir impuestos para no deprimir el consumo ni la actividad.
Control del virus
La mascarilla será obligatoria en todos los espacios cerrados desde el 1 de agosto.
Pensiones
El Gobierno francés definirá un calendario para reformar las pensiones "en unos años". Ahora prioriza el impulso al empleo.
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