El acuerdo, que se quiere atar antes de que termine este mes, es la gran prioridad para la presidencia alemana de la UE este semestre. Su canciller, Angela Merkel, se comprometió a volcar todo el peso político y económico de la principal potencia europea para conseguir "con rapidez" un acuerdo todavía muy complicado.
Si se retrasa más allá del verano, se teme que no haya tiempo suficiente para las ratificaciones parlamentarias necesarias, para que el dinero empiece a desembolsarse a principios del año que viene.
Dadas las enormes diferencias que existen entre los Estados miembros, Merkel pidió "cesiones" a todas las partes para superar la "situación extraordinaria" que vive Europa.
"Todos sabemos que mi visita tiene lugar en el contexto de la mayor prueba que la UE ha encarado en su historia", dijo en el Parlamento Europeo.
Tras su participación en el pleno, Merkel se reunió con los presidentes del Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, Charles Michel, Ursula von der Leyen, y David Sassoli, respectivamente, para discutir la marcha de las negociaciones y preparar la cumbre.
En una intervención también en la Eurocámara, Michel reconoció que aun "queda mucho trabajo por hacer", y también pidió a las capitales que den pasos hacia las posiciones de los demás. Michel contactó a los 27 líderes durante las pasadas semanas, con conversaciones que en ocasiones fueron "muy difíciles".
Puntos de conflicto
Los principales puntos de fractura continúan siendo el tamaño del propio fondo de recuperación; la oposición de los llamados frugales, liderados por Holanda, a la concesión de ayudas a fondo perdido (medio billón de euros); el criterio propuesto por la Comisión para repartir la ayuda; la condicionalidad para acceder a los fondos; o la gobernanza del instrumento.
Michel añadió que a finales de esta semana presentará una propuesta para intentar acercar las posturas entre los socios más conservadores del Norte y los que piden más ambición en el Sur para superar la crisis unidos. "Europa saldrá de la crisis más fuerte que nunca si fortalecemos la cohesión y la solidaridad", insistió Merkel en el debate en la Eurocámara.
La Comisión ha advertido que el impacto desigual de la crisis económica, y la diferente capacidad de los socios para lidiar con ella puede dañar el mercado interior y el euro.
Ayudas a Alemania
Precisamente el Ejecutivo comunitario aprobó este miércoles ayudas de Estado de Alemania para sus empresas por valor de 500.000 millones de euros. Se trata de garantías con las que Berlín espera. movilizar 400.000 millones de euros en inversiones, y otros 100.000 millones de euros para recapitalizaciones de firmas. Esta última inyección pública alemana se suma al billón de euros largo que ya ha dedicado Alemania al sector privado, la mitad del total de las ayudas públicas aprobadas por Bruselas.
La propia Comisión ha reconocido que la desigualdad entre los países en las ayudas de Estado que conceden, por su diferente capacidad financiera, es una de las razones para aprobar cuanto antes el fondo de recuperación. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, justificó que el plan germano cumple con las "condiciones adecuadas, incluyendo una prohibición de repartir dividendos, paga de bonus y otras medidas para limitar la distorsión en la competencia".