La recuperación en V de la economía europea hace semanas que queda descartada y ya aparecen riesgos de que sea anémica como sucedió en la salida de la última crisis. La clave para los próximos meses será la capacidad de consumo de los hogares europeos. El Gran Confinamiento provocó que el ahorro de las familias en Alemania, Francia, España e Italia se disparara en más de 100.000 millones de euros entre marzo y abril. Supuso multiplicar por tres la media de la última década en las cuatro mayores potencias europeas.

Parte del incremento se explica porque durante semanas gran parte del comercio echó el cierre. "Una característica muy específica de la crisis actual es que, al menos en las economías avanzadas, los ingresos, protegidos de forma masiva por la política fiscal, están cayendo mucho menos que el consumo, provocando un ahorro forzoso", indican los expertos desde Axa Investment Managers. La gran duda que existe es como se comportará el consumo en los próximos meses con la actividad de vuelta. Tras el severo impacto del coronavirus se espera que se inicie la recuperación, con los consumidores recobrando la confianza.
Para una economía como la europea, donde prácticamente la mitad del PIB depende de la demanda interna, el consumo será determinante para la velocidad de la recuperación. Cada vez parece más claro, que la recuperación no va a ser rápida y limpia. Y ya hay un consenso que hasta prácticamente 2022 los niveles previos de PIB no volverán a situarse en los momentos previos de la crisis, si todo sale bien y no hay rebrotes del virus por el camino.
"¿Volveremos a las tasas de ahorro originales? No, en realidad es la mayor preocupación"
Sin embargo, la enorme montaña de ahorro que se ha creado a ritmo récord plantea una seria amenaza para que la salida de la crisis del coronavirus se enquiste y la recuperación sea anémica. El economista jefe de AXA, Gillies Moec, indica que parte del ahorro forzoso está saliendo de los bolsillos con la reapertura económica y la vuelta de la actividad, apuntando a un fuerte repunte en las reservas de restaurantes en Alemania. "¿Volveremos a las tasas de ahorro originales? No, en realidad es la mayor preocupación" sobre la recuperación.

El mayor riesgo es que el ahorro forzoso se convierta en el ahorro del miedo ante la posibilidad de que se desencadene una espiral de desempleo y una segunda ola de infecciones por coronavirus en Europa, que desencadenaría un efecto adverso en el ahorro y en el consumo. Ante la posibilidad de perder el puesto de trabajo, la tendencia de las familias es abrocharse el cinturón e intentar crear un colchón para el futuro.
Curiosamente, donde mayor se ha contenido la capacidad de ahorro ha sido en Alemania. Apenas ha registrado un repunte significativo. Alemania ha desplegado el mayor estímulo económico de Europa y sus perspectivas económicas son las mejores entre las cuatro potencias europeas. las familias alemanas están razonablemente seguras de que el nivel de apoyo fiscal que recibirán será enorme después del final de la pandemia. Entre las últimas lanzadas por el Gobierno de Merkel incluye una bajada temporal del IVA, subvenciones para comprar vehículos limpios y ayudas directas a algunas familias.
Mientras en España, empieza a ser inevitable de hablar de ajustes y recortes ante la caída en picado en la economía. Las previsiones del Banco de España contemplan un repunte del paro del 14% actual a superar el 18% a final de año.
El experto Salustiano Velo del Consejo General de Economistas vaticina que en el caso de España la tasa de ahorro escale y se mantenga sobre el 10%, lo que supondrá igualar los niveles alcanzados en plena recesión de 2011. A cierre de 2019 se situó en el 7,4%.