El Banco de España recalibra sus previsiones para la economía española en mitad del impacto del coronavirus con tres escenarios. Las tres proyecciones oscilan entre una recuperación rápida de la economía en la que el PIB registraría una caída anual del 9% este año, para recuperar los niveles previos al inicio de 2022, y un descenso del 15,1% con una recuperación "muy lenta" de la economía, aunque el PIB crecería un 6,9% en 2021 y un 4% en 2022, a final del horizonte temporal el nivel de producto quedaría cinco puntos porcentuales por debajo de la situación previa de la crisis. En todos los casos se producirá serios desajustes en las finanzas públicas y en el empleo. El déficit de este año se situaría entre el 9,5% del PIB y el 11,2%. Mientras la tasa de paro se situará por encima del 18%. En el peor escenario, el desempleo rozaría el 25%.

El coronavirus está desbordando la capacidad de las instituciones económicas para elaborar previsiones. La situación excepcional hace que sea imposible elaborar un escenario central económico. El Banco de España ha recalibrado hoy sus estimaciones para el país y se ha apoyado en tres escenarios, que dependen de la evolución de la pandemia y las medidas de contención que se vayan adoptar. A la primera conclusión que llega la Dirección General de Economía y Estadística de es que en mayo se ha comenzado a recuperar la actividad después de prácticamente dos mes de Gran Confinamiento, pero el golpe en el segundo trimestre será muy duro.
El Banco de España considera que el crecimiento intertrimestral del PIB oscilará entre un –16% de caída y un –21,8%, según la velocidad de recuperación y de la desescalada.

A partir de esta proyección, los economistas consideran que habrá una remontada durante el segundo semestre del año, para continuar de forma gradual durante 2021 y 2022. Los expertos señalan que España se encuentra entre los países del área del euro que presumiblemente se verán más afectados, como resultado tanto de las medidas de confinamiento más estrictas, por la dependencia de la economía al sector servicios, especialmente, al turismo y el elevado peso empresas de tamaño reducido, más vulnerables a la pandemia. Si bien los economistas del Banco de España esperan que la recuperación posterior de la economía sea más intensa que en la Eurozona.
La elevada incertidumbre de los próximos meses ha forzado al Banco de España ha elaborar tres escenarios más allá del corto plazo. En el escenario de recuperación temprana el PIB español caería un 9% este año, y repuntaría un 7,7% y un 2,4%, respectivamente, en 2021 y 2022. Para este escenario asumen la mejoría de la actividad observada desde el tramo final del segundo trimestre prosigue con posterioridad sin que se registren nuevos obstáculos de naturaleza sanitaria, económica o financiera de envergadura relevante. Al final del período de proyección, el nivel del PIB se situaría unos 0,5 puntos porcentuales por encima de sus registros previos.
Para el escenario de recuperación gradual, la reactivación económica sería más lenta, de modo que el producto retrocedería en 2020 un 11,6%, y pasaría a crecer un 9,1% y un 2,1% en cada uno de los dos años siguientes. El PIB todavía se situará en 1,6 puntos porcentuales por debajo de los momentos previos a la crisis.
El Banco de España introduce un escenario de rebrotes del virus y nuevas medidas de confinamiento
Los economistas del Banco de España no descartan el escenario de riesgo más desfavorable, que lo han llamado de recuperación muy lenta. En él se plantean un contexto de una evolución epidemiológica más adversa de lo esperado, que, a su vez, conllevaría efectos contractivos más persistentes sobre la actividad económica debido a confinamientos estrictos adicionales. En este escenario de riesgo, el retroceso del PIB en 2020 alcanzaría el -15,1%. Con un daño más duradero en el tejido productivo, las economía crecerá un 6,9% en 2021 y un 4% en 2022. El nivel de producto al final del horizonte de proyección sería todavía más de 5 puntos porcentuales inferior al del final de 2019.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el Congreso, apuntó a mediados de mayo a una merma del PIB de entre el 9,5% y el 12,4% este año, con una recuperación en 2021 insuficiente para alcanzar el nivel previo de la crisis. Las proyecciones presentadas hoy por el Banco de España reducen el impacto del coronavirus, pero siguen dejando un grave daño estructural para la economía española.

El déficit público se elevaría hasta el 9,5% en este año en el escenario de recuperación temprana y el 11,2% en el de recuperación gradual. Aunque presentará una cierta corrección en el bienio posterior, se mantendría en niveles elevados bajando al 5,8% y al 4,8% en el mejor escenario y al 6,8% y al 6,1% en el escenario más complicado, en los dos siguientes ejercicios. Los pronósticos de déficit no incluyen el gasto adicional que supondrá el Ingreso Mínimo Vital y que oscilará sobre 3.000 millones, que debería tener un impacto de décimas sobre el déficit.
Sin incluir esta última medida, el impacto total de todas las acciones adoptadas por el Gobierno como respuesta a la actual crisis se estima en torno a un 2,5% del PIB. El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha apuntado que está por debajo del 3,5% de la media, debido en parte al menor margen fiscal de España por los escasos avances en consolidación fiscal del último lustro y a la potente inyección realizada por Alemania.

El jefe de economistas de la institución ha apuntado que de entre todas las medidas, el mayor coste presupuestario, por encima del 1,5% del PIB, se deriva de las dirigidas a la protección del empleo, en alusión a los ERTE. En los cálculos del Banco de España sobre el déficit se contempla con la hipótesis de que los ERTEs se alarguen hasta el 30 de junio. Arce ha asegurado que si se alargan más el impacto en desempleo puede contenerse.
Mientras del PIB se espera una recuperación en los próximos años dos o tres años, va a costar más en el déficit y también en la deuda. El endeudamiento público aumentaría aproximadamente entre 20 y 25 puntos porcentuales de PIB en 2020, hasta situarse cerca del 115% y 120%, respectivamente, en cada uno de estos dos escenarios más benévolos, pero permanecería en cotas muy elevadas en los dos años siguientes.
La tasa de paro será otra de las variables que se verán daminificadas para los próximos años. El desempleo repuntará este año por encima del 18% para todos los escenarios. En las proyecciones más positivas bajará de al 17% en 2022, mientras con una recuperación gradual repuntará al 19,6% este año. Para el escenario más catastrófico el paro alcanzará una tasa del 24,7% en 2021.