Economía

Escrivá aumentará el ingreso mínimo vital por encima del IPC cada año

  • Liga la subida de la prestación a la subida de las pensiones no contributivas
  • En 2018 y 2019 las no contributivas subieron el doble que las jubilaciones
  • La Seguridad Social pide el primer préstamo de 500 millones para la renta mínima
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

El ingreso mínimo vital será actualizado cada en relación a las pagas no contributivas que abona la Seguridad Social, lo que supone de facto que la nueva ayuda será revalorizada cada año por encima del IPC, según las bases para la revisión anual de las pensiones establecidas por el Gobierno de coalición y refrendadas por el ministro José Luis Escrivá. Esto supone que si bien las pensiones contributivas crecen en relación al IPC, las más bajas y las prestaciones no contributivas lo harán en mayor medida para garantizar el poder de compra de sus beneficiarios | Cómo solicitar la renta mínima y cuánto se cobra.

Además, el Estado ha tenido que conceder un primer crédito de 500 millones de euros a la Seguridad Social para poder pagar las primeras nóminas del ingreso mínimo vital. Así aparece recogido en el real decreto-ley de aprobación de la ayuda publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este mismo lunes, en el que se especifica que, además, se concederán progresivamente todos los préstamos necesarios para la cobertura de la nueva ayuda a través de los Presupuestos Generales del Estado. De este modo, la renta mínima con cargo a la Seguridad Social será una ayuda no contributiva financiada directamente con deuda. Cabe recordar que el coste para el conjunto del año asciende a 3.000 millones de euros.

En el marco de la aprobación del nuevo ingreso mínimo vital, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, el Estado concede un nuevo crédito a la Seguridad Social, que será el cuarto del año y que da cuenta del impacto de la crisis sanitaria ha tenido en el organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país, que triplicará su déficit este año en comparación con el año pasado, hasta los 60.000 millones de euros según AIReF.

"Se concede un crédito extraordinario en el presupuesto del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones por un importe de 500.000.000 euros" en concepto de "Aportación del Estado a la Seguridad Social para financiar el Ingreso Mínimo Vital", especifica el texto del BOE que añade que "durante 2020 se dotarán, mediante modificación presupuestaria, los créditos presupuestarios que resulten adecuados para la financiación del ingreso mínimo vital". Por lo que en función de las concesiones procedentes durante los próximos meses se podrían necesitar más fondos.

La suma de los cuatro créditos concedidos a la Seguridad Social para este año ronda los 45.500 millones de euros, y se hace para garantizar el pago de las obligaciones comprometidas para este año, donde además de habitual y mastodóntica nómina de pensiones de 135.000 millones de euros (10,7% del PIB), se suma el esfuerzo realizado por este organismo en términos de ayudas para las empresas, autónomos y trabajadores con motivo de la pandemia. Unas ayudas que supondrán casi 30.000 millones de euros en el conjunto del año, a lo que se suma unas transferencias de renta en forma de bonificación de cuotas y moratoria de cotización que ronda los 6.000 millones de euros.

Actualización conforme a IPC

De este modo, parece evidente que el nuevo gasto tensionará más si cabe las cuentas del sistema. Además, esta partida, como todas las pensiones contributivas y no contributivas de las Seguridad Social deberá ser actualizada para garantizar que el beneficiario de la ayuda no pierde poder adquisitivo mientras que la percibe. "Se autoriza al Gobierno, a propuesta del Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a modificar los valores previstos en el apartado 8.3 y en el anexo II, así como los porcentajes y escalas establecidos en el artículo 10.2 y en el anexo I, cuando, atendiendo a la evolución de las circunstancias sociales y económicas y de las situaciones de vulnerabilidad, así como a las evaluaciones periódicas establecidas en el artículo 28.3, se aprecie la necesidad de dicha modificación con el fin de que la prestación pueda mantener su acción protectora dirigida a prevenir el riesgo de pobreza, lograr la inclusión social y suplir las carencias de recursos económicos para la cobertura de necesidades básicas. Las propuestas de modificación se someterán a consulta previa de la Comisión de seguimiento y del Consejo consultivo del ingreso mínimo vital", apunta el documento.

Cabe recordar en este punto que en 2018 y 2019 la pensión no contributiva subió un 3% cada uno de los años, mientras que la inflación en estos años fue del 1,7% y el 0,7% respectivamente. Una dinámica que se iba a reproducir este mismo año en el momento de la aprobación de unos Presupuestos Generales, desbaratados por el estallido de la crisis sanitaria, que obliga a articular unas cuentas a partir de la excepcionalidad y de las imperiosas necesidades financieras del Estado, que sufrirá un desplome de los ingresos tributarios para este año. Sin embargo, siguiendo con la lógica de los dos años anteriores, y en base a la previsión del IPC del Gobierno para el año próximo recogida en la actualización del cuadro macroeconómico arrojado por el último Plan de Estabilidad Presupuestaria, este ingreso mínimo sería aumentado en 2021 por encima del 1,8%.

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