Este año ya computa como un ejercicio perdido para la economía española, vapuleada por la pandemia del Covid-19, y de la que le costará mucho tiempo recuperarse. Tanto, que los niveles de empleo y velocidad de crucero en el avance del PIB previos a la crisis vírica no se reeditarán hasta dentro de cuatro años, por lo que se descarta una recuperación en forma de V en nuestro país. Son las conclusiones de los expertos consutados por elEconomista, en función de distintos escenarios de desaparición del brote, de la duración del confinamiento de los ciudadanos y la hibernación económica, y del momento en que se produzca el hallazgo de la vacuna o de un tratamiento eficaz generalizado.
El ejercicio pasado la tasa de paro cerraba en el 13,7% y el PIB crecía al 2%. Este año, el Banco de España calcula que la tasa de paro ascenderá siete puntos, hasta el 20,7% -sin computarse ahí los trabajadores incursos en ERTE- y la economía caerá un 13,6%, una situación muy difícil de revertir a corto plazo. No hay más que ver que de la crisis financiera se tardó ocho años en salir y en 2009 el PIB cayó el 3,8%, un batacazo mucho menor al previsto para este año, como explica el profesor de Finanzas Juan Fernando Robles, según quien "si atendemos a la duración de la crisis financiera, y bajo un escenario favorable de que se supere la pandemia, la recuperación del nivel previo podría situarse a tres o cuatro años vista, sin llegar a la recuperación total hasta pasados cinco años".
El socio fundador de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález es más optimista y proyecta dos años para regresar a una cierta normalización del turismo, clave en España para la tracción económica completa. La alta dependencia económica del turismo, del orden del 10%, hace que no podamos emprender una rápida recuperación porque el miedo a los contagios en hoteles, hostelería y negocios relacionados hará que España se recupere más tarde que una economía menos intensiva en el sector turístico, como por ejemplo la alemana. En este sentido, el profesor Juan Ramón Caridad llama la atención sobre la necesidad de generalizar los test IgG para normalizar la economía, ya que los PCR no bastan para descartar futuros contagios. Por todo ello, Alvargonzález cree que es imposible saber cuándo podremos recuperar tasas de paro como las recientes, del orden del 13%.

Además, Alvargonzález llama la atención sobre el hecho de que en España puede agravarse la crisis por la elevada destrucción de tejido productivo en los colectivos de pymes y autónomos, que necesitan un respaldo adicional para no cerrar sus negocios.
Por su parte, el economista Javier Santacruz estima que habrá que esperar al menos dos años para normalizar la actividad económica y caminar hacia las cifras macro previas, y llama la atención sobre el hecho de que la fase alcista del ciclo económico ya estaba agotada antes de la llegada del coronavirus a España, por lo que ya se encaraba una próxima recesión. Indica también que la gestión de la crisis vírica por parte del Gobierno es una traba para consolidar los ritmos prepandemia.
Coincide Robles, al afirmar que a corto plazo el principal factor para proyectar una horquilla temporal de recuperación es la evolución del brote vírico, pero que "la deficiente gestión del Gobierno, no solo desde el punto de vista sanitario sino económico, es la principal traba". Reclama Robles, por tanto, un Gobierno que no ponga el foco en la recuperación de los sectores clave de nuestra economía, como el turismo y la hostelería, y que favorezca el desarrollo de las empresas industriales. No en vano, la recuperación no será a la vez ni homogénea en todos los sectores, lo que impide que el conjunto de la economía se restablezca. Robles indica que "el sector industrial es el que antes podrá ir recuperando una actividad similar a la anterior a la crisis, pero no en menos de tres años, lo que pospone la recuperación del conjunto de la economía al menos un año más".
Un año en blanco
Según los analistas, en el mejor de los escenarios la economía no recuperará la normalidad en el año 2020. La consultora Deloitte destaca en un informe que la actividad regresará a la normalidad siete meses después de que se levanten las restricciones por el estado de alarma. Así, hasta principios del año que viene, como mínimo, no volvería la normalidad a la actividad económica.
El único sector que no experimentará una caída en todos estos meses será el de alimentación, aunque se espera que una vez alcanzada la normalidad económica reduzca ligeramente sus ventas. Por su parte, el documento coincide con Alvargonzález en que el sector más afectado será el turismo. Las compañías de viajes y los hoteles no comenzarían a tratar de remontar hasta febrero del año que viene. El sector turístico ya da prácticamente por perdido el verano. La pérdida de ingresos que maneja la industria es de 54.733 millones de euros en 2020, según los cálculos de Exceltur. Esto implica la tercera parte (el 32,7%) de los 158.000 millones previstos para este año, con una amenaza real sobre la continuidad de cerca de 800.000 empleos.
Los analistas de Freemarket, que preside Lorenzo Bernaldo de Quirós, aseguran que la situación no permite una recuperación del empleo que se destruirá de manera intensa. Estiman que España entrará en recesión en 2020 y la dinámica recesiva persistirá con seguridad en 2021. A su juicio, en 2020 se registrará la mayor contracción de la actividad y del empleo de la historia contemporánea de España. En 2021 persistirán los efectos de la crisis, salvo que se produzca un giro sustancial en la política gubernamental y la gestión de la crisis sanitaria y económica.
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