Economía

Lagarde prepara al BCE para un futuro oscuro de tipos negativos a largo plazo

  • El nuevo mandato del banco superará las atribuciones que tiene la Fed
  • Además de poner el foco en el empleo incluye clima y estabilidad financiera
  • Se cae del comunicado la preocupación por la desigualdad

El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido los tipos de interés sin cambios en la primera reunión de 2020 y en la segunda de Christine Lagarde al frente del banco, después de anunciar una revisión estratégica del mandato de la institución, la primera después de 16 años y la segunda en la historia de la institución. Lagarde ha adelantado que los trabajos durarán un año y terminarán sobre noviembre o diciembre, incluyendo los efectos secundarios de los tipos negativos sobre la economía. El mercado lo ha asimilado como que la situación anómala no se revertirá a corto plazo. Y eso significa crecimiento económico raquítico, intereses distorsionados en la deuda, burbujas financieras y bancos quemando capital. Las bolsas se han dado la vuelta a negativo tras las palabras de Lagarde.

Lagarde quiere dejar su impronta de lechuza, ni halcón ni paloma, en el BCE como la reformadora y modernizadora de la institución. El banco central ha anunciado hoy formalmente que iniciará los trabajos de revisión estratégica de su mandato, que actualmente gira sobre la sempiterna estabilidad de precios y el sagrado objetivo del 2% de inflación. Lagarde ha mostrado su lado más ambicioso y ha anunciado que para 2021 el BCE hará frente a un gran abanico de problemas.

La banquera francesa ya adelantó, en la pasada reunión de diciembre, que la institución también pondría el foco en el cambio climático y en la desigualdad. "Hay trabajos ya en curso en varios departamentos del BCE para que el cambio climático esté integrado en términos de evaluación de riesgos, modelos, pronósticos", ha detallado.

Para Lagarde el cambio climático es una amenaza que apenas se mide y se tiene en cuenta en la economía y en el mundo de la empresa. Palabras esotéricas que están empezando a sonar por los pasillos del BCE y que se han añadido al discurso de la institución como "apertura de miras". De momento, el tema de la desigualdad se ha caído del comunicado oficial del banco central. Lagarde puso mucho énfasis el mes pasado como una de las variables a vigilar y hoy ni se ha pronunciado. Pero a cambio el BCE se va a igualar al mandato de la Fed al incluir en el la revisión del mandato el empleo. Pero incluso será más amplio al también abarcar la estabilidad financiera y la sostenibilidad del medio ambiente.

"Me preocupan los tipos bajos porque significa que habrá bajo crecimiento", dice Lagarde

A pesar de la ambición de Lagarde de preparar al BCE para el futuro, la banquera no ha podido aislar su anuncio de los actuales retos que presionan a la institución, principalmente el de los tipos negativos y su impacto en la economía y en la política monetaria. De hecho, la presidenta ha reconocido que la nueva estrategia del BCE tendrá que tener muy presente los efectos secundarios de la anomalía de los tipos negativos.

Algo que tiene una lectura negativa. Están para quedarse y no desaparecerán a corto plazo. "Me preocupan los tipos bajos porque significa que habrá bajo crecimiento", ha reflexionado. "Preferiría tener un crecimiento mucho más elevado y tipos altos, pero esta no es la situación que tenemos en este momento", ha dicho.

La tendencia a la baja del crecimiento por el descenso de la productividad y el envejecimiento de la población, junto a las consecuencias de la crisis financiera, han conducido al BCE a transitar por el territorio inexplorado de los tipos negativos.

El propio BCE ha reconocido, en un comunicado posterior a la rueda de prensa de Lagarde, que tiene cada vez menos margen con su política monetaria. "Hacer frente a bajos niveles de inflación es distinto al reto histórico de hacer frente a niveles de inflación elevados", reza en el comunicado. Una perogrullada que significa que el BCE dejará de afilar sus herramientas para mantener mantener a raya a los precios para tenerlas a punto para estimularlos.

La revisión estratégica no solo incluirá nuevos ejes para el BCE también detallará con la forma en que cumplimos los objetivos, cómo analizamos y cómo nos comunicamos sobre la toma de decisiones, publicación, divulgación, ha explicado Lagarde. Y se ha esforzado en separar y diferenciar la revisión estratégica de las decisiones de políticas monetarias.

Pero inevitablemente, los tipos negativos se han convertido en la auténtica pesadilla del BCE. Hasta el punto que es el principal punto de fricción en el Consejo de Gobierno. Algunos miembros alertaron en la última reunión que podía provocar una fuga de capitales en la zona euro. Sin embargo, Lagarde ha defendido ante las preguntas de periodistas que el sistema escalonado para aplicar a las tasas negativas de depósito están funcionando muy bien. Draghi, el antecesor de Lagarde, en septiembre fue más allá en los tipos negativos aplicando un -0,5%.

"La debilidad del sector industrial sigue siendo un lastre para el impulso del crecimiento de la zona del euro"

La presidenta del BCE ha comenzado su intervención advirtiendo sobre la debilidad del sector industrial "sigue siendo un lastre para el impulso del crecimiento de la zona del euro". La banquera ha resaltado que los datos económicos entrantes están en línea con el escenario base del BCE: "un crecimiento moderado", aunque ha destacado que hay señales que apuntan a a un crecimiento moderado de la inflación.

"Los riesgos siguen inclinados a la baja pero menos pronunciados" ha dicho en referencia a la tregua comercial y la menor incertidumbre del Brexit. "El crecimiento al corto plazo se situará en niveles similares a los trimestres anteriores", ha señalado

"Las condiciones de endeudamiento más fáciles mantendrán la expansión de la zona del euro, la acumulación de presiones de precios internos y, por lo tanto, la sólida convergencia de la inflación a nuestro objetivo a medio plazo", ha explicado.

Lagarde ha repetido que las tasas de interés del BCE se mantendrán en sus niveles actuales o más bajos hasta que "veamos que las perspectivas de inflación convergen sólidamente a un nivel suficientemente cercano, pero inferior al 2%" del objetivo del BCE.

"Los indicadores de inflación se han estabilizado e incluso han crecido de forma moderada"

"Seguiremos de cerca la evolución de la inflación y el impacto de las medidas de política monetaria que se están desarrollando en la economía", ha advertido. Además de añadir que "el Consejo de Gobierno sigue dispuesto a ajustar todos sus instrumentos, según corresponda, para garantizar que la inflación avance hacia su objetivo de manera sostenida".

Lagarde ha adelantado que los indicadores de inflación "recientemente se han estabilizado o se han incrementado ligeramente", mientras la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía y es muy observado por el BCE, muestra "un aumento moderado", aunque el incremento de costes todavía no se está trasladando a los precios.

El BCE ha dejado la tasa sobre la facilidad de depósito en el -0,5%, el tipo de interés principal de refinanciación en el 0% y el tipo sobre la marginalidad de crédito en el 0,25%. El Consejo de Gobierno también ha decidido iniciar una revisión de la estrategia de política monetaria del BCE.

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