
La subida de las pensiones aprobada este martes por el Gobierno sigue sin limar las diferencias entre regiones. Así, los jubilados vascos, los que más han peleado en las manifestaciones por el regreso de la revalorización de las pagas con el IPC, siguen manteniendo la pensión media más alta –asciende a 1.248 euros con la subida del 0,9%–, algo acorde con el tejido productivo de la región y las carreras de cotización tipo de los trabajadores vascos, más concentradas en la industria y de mayor duración que en otras zonas del país, donde la temporalidad incide con más fuerza en el empleo y depara carreras laborales más discontinuas y cotizaciones más inestables tanto en importe como en plazo.
En el polo opuesto, está Extremadura, con la pensión media más baja, que incluso con la reciente subida se queda en 836 euros, lejos del promedio nacional, situado en los 1.004,72 euros, según datos de la última nómina de pensiones de 2019 actualizados con el 0,9%.
Así, las autonomías que se sitúan por encima de la media nacional, además de Euskadi, son Asturias, con una paga media de 1.184,38 euros; Madrid, con 1.180,96; Navarra, con 1.155 euros; Cantabria; con 1.059, 52; Aragón, con 1.058.89; Cataluña, con 1.041,46, y la ciudad autónoma de Ceuta, com 1.017,36.
De este modo, se evidencia una España de dos velocidades en materia de jubilaciones en la que el norte del país, salvo Galicia, concentra las pagas más altas, frente al sur, donde se cobran en general las pensiones más exiguas. Las jubilaciones de la comunidad gallega no rebasan ni en 20 euros a las más bajas del país, las extremeñas, situadas, en promedio, en los 836,76 euros.
Sucede además que las pensiones más modestas se concentran en los territorios de la España Vaciada. Sin ir más lejos, en ese León independiente que propugna UPL (Unión del Pueblo Leonés), uno de los epicentros de la despoblación y el envejecimiento demográfico, la jubilación media se situaría entre las menores del país, con 917,37 euros frente a los 984,94 del conjunto de Castilla y León.
Los jubilados de Orense y Lugo, los que menos cobran
La pensión media es, pues, un sonoro exponente de la diversidad estructural y económica de España ya que estas pagas derivan, al fin y al cabo, del perfil del mercado laboral de cada comunidad. La diferencia entre la más alta (País Vasco) y la más baja (Extremadura), entre autonomías, es de nada menos que 412 euros.
Nada tiene que ver el tipo de empleo que se genera en la capital, Madrid, que por su efecto sede atrae profesionales con sueldos más altos que acaban deparando una jubilación media alta (de 1.180,96 euros) con la de la Galicia rural, en la que se encuentran las provincias con la pensión media más baja del país: Orense, con 732 euros; y Lugo, con 753 euros.
Con la reforma de 2013, sólo hubieran subido 2,5 euros al mes
Con todo, la subida de las pensiones decretada esta semana permite a los beneficiarios mantener el poder adquisitivo, tras un ejercicio, 2019, en el que el IPC subió un 0,8% y en el que las pagas fueron actualizadas al 1,6%, tras desaparecer el ya finiquitado índice de revalorizcación de las pensiones (IRP) introducido por la reforma de 2013, que generaba aumentos del 0,25%. Una pensión media que ahora, con la inflación, sube unos 9 euros al mes, hubiera subido tan sólo 2,5 euros con las medidas que introdujo el Gobierno de Mariano Rajoy para contener el déficit de la Seguridad Social.