
El presidente de EEUU, quien ya anunció que daría orden al Tesoro de aumentar "sustancialmente" las sanciones a Irán tras el ataque a las refinerías de Arabia Saudí, ha optado por golpear directamente al banco central iraní, en un intento por asfixiar económicamente al país. En un paquete de medidas de reacción tras el ataque atribuido a la República Islámica, Trump ha aprobado también el envío de tropas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (UAE) para defender sus intereses petrolíferos.
"Las sanciones más altas que jamás se han impuesto sobre un país", ha presumido Trump tras el anuncio de las nuevas sanciones a Teherán. El Gobierno estadounidense acusa al banco central iraní de haber financiado desde 2016 con miles de millones de dólares a la Guardia Revolucionaria iraní, a la iraní Fuerza al Quds y al grupo chií libanés Hizbulá, todos ellos considerados grupos terroristas por Washington.
"Esto es muy importante. Ahora hemos cortado todos los posibles fondos para Irán", ha manifestado el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, quien ha acompañado a Trump para comunicar las medidas.
Por su parte, el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Abas Musaví, ha reaccionado acusando a EEUU de llevar a cabo prácticas de "terrorismo económico" y ha tachado su política de "ineficaz". "No tiene otra base que la intimidación y el unilateralismo; carece de la capacidad necesaria para cualquier iniciativa racional y diplomática para resolver pacíficamente las disputas con otros países", ha agregado.
Golpe al desarrollo de la economía persa
Mnuchin ha explicado que el Tesoro también ha sancionado al Fondo de Desarrollo de la República Islámica, el fondo soberano de inversión iraní cuyo objetivo es usar las ganancias de la venta de gas y petróleo para el desarrollo del resto de la economía persa, según detalla en su web.
EEUU afirma que el presidente iraní, Hasan Rohaní, forma parte de su junta directiva y acusa a esa institución de haberse convertido en una fuente de divisas extranjeras que financia a la Guardia Revolucionaria y a la Fuerza al Quds, así como al Ministerio de Defensa de la República Islámica.
"Desde las primeras sanciones, que han sido de las más duras, Irán ha encontrado su camino y con el apoyo de sus capacidades internas y la cooperación con países amigos continuará su crecimiento y desarrollo", ha asegurado el portavoz iraní de Exteriores, restando importancia a la medida norteamericana contra su economía. Musaví ha aprovechado para insistir a la comunidad internacional en la necesidad de pensar "un nuevo sistema comercial y económico que minimice el impacto de las acciones hostiles de EEUU contra el libre comercio".
Envío "indeterminado" de tropas a Arabia Saudí
En plena escalada de tensión con Irán, Trump se ha inclinado nuevamente por las sanciones pero también por el músculo militar en respuesta al ataque del sábado a la petrolera saudí Aramco, que Riad atribuye a Teherán y que inicialmente fue reivindicado por los rebeldes hutíes en el Yemen.
Al término de una reunión de seguridad para estudiar una reacción militar contra Irán, el jefe del Pentágono, Mark Esper, ha anunciado el envío de un número indeterminado de tropas a Arabia Saudí y EAU "de naturaleza defensiva y (que) se centrarán principalmente en la defensa aérea y de misiles".
Esper ha aseverado que EEUU también "trabajará para acelerar la entrega de armamento a Arabia Saudí y EAU para mejorar su habilidad de defenderse a sí mismos". "Creemos que por ahora esto será suficiente pero esto no quiere decir que no pueda haber despliegues adicionales de ser necesarios basados en la situación cambiante", ha añadido.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Joseph Dunford, ha matizado que el despliegue será "moderado" y aunque no ha especificado el número de soldados ha advertido de que no serán miles.
Trump ha argumentado que lo más "fácil" sería atacar a Irán, pero prefiere mostrar "fuerza" no autorizando una ofensiva inmediatamente y evaluando diferentes posibilidades. "Ir contra Irán sería una decisión muy fácil. Mucha gente piensa que podría estar dentro en unos dos segundos", ha reflexionado Trump.
Según medios estadounidenses, el Pentágono también habría puesto sobre la mesa de Trump posibles operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas. Las opciones que propone el Pentágono no incluyen ataques a gran escala y se centran más bien en operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas, de acuerdo con el diario The New York Times.
Por su parte, las autoridades iraníes han declarado que no quieren una guerra, pero han advertido de que responderán con todos los medios a su alcance en caso de una ataque.
EEUU también ha rebajado ligeramente su retórica. Tras el ataque contra las refinerías saudíes, Pompeo apuntó directamente a Irán y este miércoles llegó a proclamar que esos ataques constituían un "acto de guerra". Sin embargo, tras su visita a Arabia Saudí y Emiratos, Pompeo aseguró que su prioridad es buscar "una solución pacífica" y "construir una coalición" para conseguirlo. Para formar esa coalición, EEUU podría intentar recabar apoyos durante la Asamblea General de la ONU que se celebra la semana que viene en Nueva York.