Los empresarios hosteleros están enfrentando este verano un fenómeno inesperado que ha mermado entre un 5% y un 15% la capacidad de sus plantillas, y que está generando complicaciones para los empleadores del sector a la hora de cubrir la totalidad de los servicios, principalmente en el área de restauración.
Concretamente, el problema reside en la falta de personal en las zonas de mayor afluencia turística durante las semanas con mayor pico de actividad derivada de la aplicación del registro horario, obligatorio desde el pasado 12 mayo, y que como principal efecto está implicando un mayor control por parte de la Inspección de Trabajo de la jornada de los empleados en sectores como el de los servicios, el que más personas ocupa en España.
Así, una práctica que hasta este verano era habitual, la de exceder el límite de 80 horas extra anuales -fuentes del sector aseguran que podían llegar con facilidad a las 240 horas al año- siendo estas remuneradas y cotizadas a la Seguridad Social, y necesarias para cumplir con el servicio habitual de los establecimientos, y que "ya es imposible de llevar a cabo con la nueva normativa", señalan esta mismas fuentes.
Tal y como aseguran desde el sector, normalmente son los mismos empleados los que reclaman la realización de horas extraordinarias para acumular el mayor volumen de renta posible en un puesto que suele ser de carácter estacional, y por lo tanto, temporal.
"Estos son muchos jóvenes que piensan en acumular una bolsa de dinero durante el verano para el resto del año, para pagar sus estudios por ejemplo, haciendo el máximo de horas posibles, siempre cumplidamente remuneradas y cotizadas. De hecho, esto también genera más ingresos para la Seguridad Social y por eso antes el Gobierno miraba para otro lado", explica un director hostelero a elEconomista sobre la situación.
¿Cómo cubrir las vacantes?
Este mayor control por parte de la Inspección y la imposibilidad de realizar el volumen de horas extra remuneradas y deseadas motu proprio, unido a un déficit de personal de base que se ha generado este año por la recuperación de la actividad de otros sectores productivos, que ha provocado el regreso de muchos empleados con cualificación hacia sus nichos laborales de origen, genera de por sí un déficit de entre un 5% en el caso de las empresas más grandes y un 15% en las más pequeñas, en términos de relación entre las horas no cubiertas y el personal que sería necesario para hacer frente a este volumen de trabajo.
En este sentido, la solución parece sencilla: incrementar la plantilla de los establecimientos que se encuentren con esta situación. Pero desde el sector advierten de que los márgenes son estrechos, más aún este año donde el turismo contendrá los avances de récord registrados durante los últimos años. Por ello, aseguran fuentes conocedoras de la realidad que la mayoría de los establecimientos hosteleros están optando por cortes parciales diarios del servicio, "como cerrar dos horas el restaurante entre las 16 y las 18 horas" para poder cubrir en las horas nocturnas los picos de actividad, con la misma fuerza de trabajo y sin que ello implique un exceso sobre el total de horas extraordinarias que puedan realizar los trabajadores.
"Sobre todo afecta a las pequeñas empresas donde finalmente es el dueño quien cubre las horas no realizables por los empleados"
"Sobre todo afecta a las pequeñas empresas donde finalmente es el dueño quien cubre las horas no realizables por los empleados, con la carga que ello implica, por lo que muchos optan por cerrar algunas horas durante el día", explican a elEconomista, asegurando que este fenómeno se produce en todas las zonas de gran afluencia turística pero con mayor incidencia en el litoral mediterráneo.
En este sentido, las quejas de los empleadores se centran en que esta situación y la precipitada aplicación del control de jornada va contra la flexibilidad en el empleo que demandan muchos trabajadores en este sector.
"Reservas de última hora"
Con todo ello, parece evidente que son varios los factores que anticipan un desempeño menos vigoroso del turismo que en años anteriores, algo que el presidente de la Agrupación de Empresarios Turísticos de Peñíscola (Agretur), Francisco Ribera, justifica por la recuperación de otros destinos competencia del descanso de sol y playa, como Túnez, donde la oferta es muy competitiva, con precios más bajos que en nuestro país.
"Incluso los españoles está optando por estos destinos para sus salidas internacionales", explica Ribera, a pesar de que este verano serán los españoles quienes sostengan los niveles de ocupación y gasto en servicios turísticos. Así, el empresario hostelero explica que las reservas han sido más tardías este año por el efecto de la Semana Santa y el ciclo electoral, "aunque finalmente se cumplirán los objetivos".
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