
A pesar de que este jueves se ha vivido una nueva escenificación de la ruptura del diálogo entre el PSOE y Unidas Podemos para que los diputados morados apoyen la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, la revisión del programa de Gobierno que los socialistas han aprobado este jueves incluye varias novedades y guiños fiscales dirigidos a los de Pablo Iglesias.
Entre ellas está limitar las exenciones de dividendos y plusvalías repatriadas por empresas españolas y establecer un mayor control sobre las sociedades de inversión de capital variable (sicav), modelos demonizados por Podemos por considerarlos paraísos fiscales, como las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE).
Contra el fraude
También se concretan algunas medidas para prevenir y luchar contra el fraude fiscal que antes no aparecía, como mejorar la lista de paraísos fiscales, reforzar la lista de morsos de la Agencia Tributaria y prohibir las amnistías fiscales.
Además, a esto se suma la reducción del IVA de los servicios veterinarios al tipo del 10% y ampliar el catálogo de las inversiones financieramente sostenibles para que las corporaciones locales que tengan superávit puedan dedicar a la mejora de escuelas infantiles, el fomento del empleo y la construcción o rehabitación de vivienda.
Proyecto de Presupuestos
Se trata de propuestas que no estaban en el anterior programa socialista y que sí estaban recogidas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que Moncloa pactó el año pasado con Podemos. De hecho, una de las cuestiones que los de Iglesias le han afeado al PSOE ha sido que se habrían echado atrás respecto a lo que se pactó en su momento, sobre todo por las alusiones de varios ministros a aparcar la reforma laboral.
El documento reitera además las otras propuestas que ya había en su versión anterior: aprobar la tasa Tobin (el impuesto de transacciones financieras) y reformar el impuesto sobre Sociedades, garantizando una tributación mínima del 15% de las grandes corporaciones y bajando del 25% al 23% la de las pequeñas y medianas empresas.
Con todo, es muy dudoso que Sánchez e Iglesias puedan llegar a un acuerdo aún con estos guiños. Este jueves se vivió un nuevo cruce de palabras. entre ambos, en el que el presidente del Gobierno en funciones admitió que el principal escollo es la insistencia de Iglesias de ser vicepresidente del Ejecutivo.