La patronal catalana Foment del Treball advierte de la pérdida de competitividad fiscal de Cataluña con la entrada en vigor del nuevo impuesto autonómico a los vehículos según su nivel teórico de emisiones de CO2.
"No podemos pensar que estamos solos en el mundo cuando ponemos impuestos porque tiene afectaciones a la hora de atraer inversiones y talento", señaló este jueves a elEconomista el secretario general adjunto y director de Economía de Foment, Salvador Guillermo, que recordó que Cataluña es la autonomía con más tributos propios.
También lamentó que el nuevo tributo es redundante e injusto, porque ya existe el impuesto municipal de circulación y porque solo lo pagarán los habitantes y empresas con negocio en Cataluña, pero no los vehículos de paso. Además, la cuota depende del nivel teórico de emisiones, sin tener en cuenta el grado de utilización del vehículo, y todo ello desvirtúa su pretendida finalidad ambiental.
Por su parte, la Federación catalana de automoción (Fecavem) augura la fuga de flotas de empresas, que matricularán sus vehículos en otras comunidades autónomas para esquivar la nueva tasa catalana.
Según sus cálculos, los contribuyentes pagarán entre tres y 300 euros por el nuevo impuesto, según su tipología de vehículos, y esta cifra se puede duplicar si se mantienen las cuotas previstas para el próximo ejercicio fiscal.
Reclaman al Govern que rectifique y evite agravios con otros territorios, como la Generalitat pide al Estado para los peajes.
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