El Instituto de Estudios Estratégicos, el think tank impulsado por la patronal catalana Foment del Treball, se ha estrenado con su primer informe o nota de coyuntura, en el que se centra en reflexionar sobre la situación tras la pandemia y recopila sus recomendaciones ante el inicio de una nueva legislatura política en Cataluña.
Un documento que ha titulado como Entender el momento. Aprovechar la recuperación. Evitar la euforia en que el laboratorio de ideas de Foment considera que es fundamental abordar desafíos como el regreso de las sedes de empresas que decidieron trasladarse por el pulso secesionista que supuso el procés.
Así, entre las prioridades que fija para esta nueva etapa, el documento insta a "favorecer el retorno de sedes corporativas", ante el riesgo de que esas compañías se asienten definitivamente en sus nuevas ubicaciones. "De lo contrario, puede acarrear el desplazamiento irreversible de centros de decisión y puestos de trabajo", advierte el informe.
Para hacer posible el regreso de esas compañías, el Instituto de la patronal que preside Josep Sánchez Llibre considera que la prioridad política "ha de ser la estabilidad institucional" y "la distensión", que considera que coincide con las corrientes de fondo de la sociedad catalana.
Peso en España
En esa línea, el documento señala que "ninguna aspiración política, por trascendente que sea, debe impedir que la primera obligación del Gobierno catalán sea el ejercicio del autogobierno" y que esa debe ser su labor esencial para "encarar el camino de la recuperación".
También apunta que "la política catalana debe recuperar peso en la gobernación de España", algo que considera que facilita la actual fragmentación en grupos políticos del Congreso de los Diputados, aunque "de manera constructiva", lejos de "la confrontación permanente.
Para volver a la senda del crecimiento económico, el instituto también aboga por aprovechar para acometer un "ambicioso proceso de reforma y modernización de la función pública" para lograr mejorar la eficiencia en un momento caracterizado por mayor gasto público para dejar atrás la pandemia.
En esa línea, destaca que la crisis ha puesto de relieve la importancia del sistema sanitario y aboga también por asumir "cambios necesarios, aparcando viejos prejuicios que que dificultan el buen funcionamiento de de la colaboración público-privada". También defiende el impulso de un clúster de empresas vinculado al sector sanitario y a la innovación e investigación que podría apoyarse en los fondos europeos para la recuperación económica.
Precisamente los fondos Next Generation son otras de las prioridades que el organismo de Foment marca en sus deberes para la nueva legislatura. "Es necesario que la Administración catalana asuma un mayor protagonismo en el acompañamiento a nuestro denso tejido de pequeñas y medianas empresas", subraya el informe.
Fiscalidad que desalienta la inversión
El informe también repasa la fiscalidad y sus conclusiones son demoledoras. "Hoy, Cataluña tiene una maraña impositiva que constituye un factor desalentador para la inversión empresarial", resume el texto. Como ejemplo pone la tributación a la telefonía y las redes de telecomunicaciones, que considera que grava "aquello que favorece la competitividad" y "envía una señal muy negativa al exterior". Además, critica el Impuesto de Patrimonio, que Foment considera anticonstitucional.