El consejo de administración de Fluidra ha acordado proponer a la junta de accionistas la distribución de un dividendo de 0,40 euros por acción contra reservas voluntarias, lo que supone casi duplicar la retribución al accionista de 2020.
La multinacional española especializada en equipamiento de piscina y wellness retomó el pago de dividendos tras la fusión con la estadounidense Zodiac el año pasado, con el abono de 0,21 euros por acción en octubre, y ahora propone un pago un 90% superior para el 2021.
De aprobarse, Fluidra realizará un primer pago de 0,2 euros por acción el 6 de julio y otro complementario también de 0,2 euros el 3 de noviembre. A la cotización actual, la rentabilidad de este dividendo se sitúa en torno al 1,7%.
Fluidra asienta esta mejora en la retribución a los inversores "en la fuerte generación de caja, un balance saneado y la sólida situación que vive todo el sector en general y Fluidra en particular". El pago asciende a un máximo de 78 millones de euros y está supeditado a la aprobación de la junta de accionistas que se celebrará el 6 de mayo.
Tras unos resultados récord el pasado año, la compañía aplicó 99 millones de euros a reservas voluntarias, lo que cubre ampliamente el abono de 0,4 euros por título propuesto por el consejo de administración, argumenta Fluidra.
"El pago de dividendos a nuestros accionistas es una de nuestras señas de identidad. La sólida situación del negocio y de nuestro balance, unido a la fuerte generación de caja nos permiten financiar iniciativas que generan valor para nuestros stakeholders, lo que incluye tanto la remuneración a los accionistas como las operaciones de crecimiento inorgánico", ha expuesto Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra.
En este sentido, la multinacional ha seguido realizando adquisiciones este año, anunciando la compra de la empresa estadounidense CMP por 245 millones de dólares. Fluidra también anunció recientemente la compra de activos de Built Right por 10 millones de dólares y la firma de un contrato de compraventa de activos para el negocio de Splash y Zen, en Bélgica, por 3,5 millones de euros más variables.
