
El excomisario José Manuel Villarejo estuvo al tanto del caso del incendio de la Torre Windsor que se produjo el 12 de febrero de 2005 para BBVA. Según se desprende de los papeles del exinspector, que están siendo investigados por la Audiencia Nacional, entre los trabajos realizados para la entidad se encuentra un serie de informaciones y publicaciones sobre el siniestro del inmueble, en el que se encontraba la sede de Deloitte, y en el que se destruyó infinidad de documentación. Todo este seguimiento servía para realizar posteriormente los informes que luego elaboraba para el grupo que presidía entonces Francisco González, para frenar a Sacyr en su asalto.
El martes de esta semana, la Audiencia Nacional -que instruye el caso de los contratos de Villarejo con BBVA a través de dos piezas separadas- ha iniciado una investigación sobre la supuesta relación del grupo financiero, el exespía y el siniestro del edificio.
Los informes de Villarejo apuntan a que uno de los trabajos para el banco era "la eliminación física" de documentos de la firma DEL, que podría ser Deloitte en el denominado "Proyecto FG", según desveló Moncloa.com esta semana.
La consultora contaba con la información sobre la venta a Merrill Lynch de FG Valores, sociedad que había sido propiedad del hoy presidente de honor de BBVA hasta 1996, ejercicio en el que éste es nombrado por el PP para tomar el mando de Argentaria (banco público que posteriormente se fusionó con el Bilbao Vizcaya).
Por entonces, en febrero de 2005, esta transacción estaba siendo objeto de investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción, y era una de las piezas clave que estaba utilizando Sacyr en su guerra abierta contra el banco, de ahí la importancia de la destrucción de las presuntas pruebas sobre la desinversión llevada a cabo por el banquero. Anticorrupción estaba indagando posibles irregularidades en la compraventa de FG Valores.
El incendio se produjo en un momento clave de esta guerra, apenas días antes de la junta general que iba a celebrar el BBVA -el día 25 de ese mes- y que se presumía clave para el desenlace de la batalla por el control de la entidad. El 16 de febrero, solo cuatro días después de la quema del Windsor, Sacyr se retiró de la pelea y desistió de su intento de asalto, que había sido apoyado por el Gobierno socialista de la época.
La labor de seguimiento de Villarejo sobre el caso del Windsor, que fue archivado por falta de pruebas, en principio se basó en recopilar toda la información que se iba publicando para luego analizarla y poder adoptar las decisiones oportunas.
Este servicio formaba parte, a priori, de la relación contractual que había sellado BBVA a finales de 2004 con el excomisario, hoy en prisión, y por la que se produjeron supuestamente escuchas ilegales masivas a políticos y empresarios, entre ellos, la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el exjefe de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián; el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero; o el exministro y exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato.
El escándalo ha llevado al grupo financiero a reforzar en enero esta investigación
Catorce años después, la Audiencia Nacional se ha puesto manos a la obra para analizar lo sucedido y buscar posibles delitos. El juez que instruye la causa ha requerido al banco toda la información sobre los contratos con el exinspector de la Policía y le ha dado para ello de plazo hasta el lunes de la semana que viene.
El banco también está investigando lo acaecido y si alguno de sus empleados, entre los que destaca Francisco González, pudieron tener algún tipo de responsabilidad en los presuntas irregularidades. El escándalo ha llevado al grupo financiero a reforzar en enero esta investigación, que fue abierta en junio del año pasado.
González, tres meses después de que BBVA iniciara este procedimiento interno, anunció su retirada anticipada de la primera línea de mando de la entidad. El banquero había dicho en todo momento que su jubilación se produciría una vez cumpliera los 75 años, la edad límite fijada por los estatutos. Esto va a suceder el próximo otoño. González dejó el cargo en diciembre, aunque cuenta con despacho y coche oficial por su puesto honorífico.