
La cúpula de Sacyr que lideró el intento de asalto a BBVA entre finales de 2004 e inicios de 2005 buscó en el entonces consejero delegado de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, una alianza que le sirviera de ayuda en la toma del banco.
El entonces presidente de la constructora, Luis del Rivero, llegó a reunirse con el que era número dos de Francisco González (FG) para hablar de la intención de Sacyr de comprar una parte significativa de BBVA que le diera entrada al consejo de administración y control suficiente para derrocar a González como presidente ejecutivo del banco. La documentación elaborada por el equipo del excomisario de la Policía José Manuel Villarejo, en el marco de los trabajos que realizó para la entidad con el objetivo de abortar los planes de Sacyr, destacan las intenciones de la compañía.
Según el expolicía, los ideadores del asalto, entre los que estaban Del Rivero, el exaccionista de la constructora Juan Abelló o el propio Gobierno de Rodríguez Zapatero, buscaron acercarse a Goirigolzarri "a fin de tratar de romper su lealtad a su presidente ejecutivo (FG) o hacer creer a éste que no le es fiel, todo ello, para romper la unidad en el banco", señalan los documentos a los que tiene acceso este diario. "Para ello, le eligen (en referencia a Goirigolzarri) como interlocutor en el banco, intentan acercamientos al mismo a través de Neguri y difundiendo después todo tipo de comentarios, rumores, etc. con el único fin de desacreditarle", rezan los informes.
El clan Neguri es el nombre que recibieron los ejecutivos del banco procedentes del antiguo Bilbao Vizcaya tras la fusión con Argentaria, entre los que estaba el expresidente Emilio Ybarra.
Asimismo, el equipo de Villarejo llega a transcribir en los informes directamente que los ideadores de la toma de BBVA trataron de "poner de su lado" a José Ignacio Goirigolzarri "por todos los medios". No obstante, la misma información reconoce que el entonces consejero delegado de BBVA permaneció "fiel" a Francisco González.
El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, llegó a mantener una reunión con el entonces consejero delegado de BBVA el 22 de noviembre de 2004 para "intentar recabar su apoyo". Según la documentación, Del Rivero le pidió que acreditara ante los organismos competentes la participación que aseguraba tener del banco y solicitó cinco representantes en el consejo de administración. Asimismo, el empresario también le aseguró que contaba con el apoyo del 8% del capital de BBVA, siempre según los papeles del excomisario que investiga la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción.
Labor de intoxicación
Con posterioridad, cuando los asaltantes del banco comprueban que el entonces consejero delegado de BBVA se mantenía de lado de González, tratan, según Villarejo, de intoxicar a los medios de comunicación con informaciones relativas a la salida de Goirigolzarri del banco para crispar la relación y aumentar la desconfianza de FG sobre su entonces número dos.
Cabe destacar que la relación entre González y Goirigolzarri se enfrió con el paso de los años. En 2009, ambos pactaron la salida de la entidad azul del segundo, después de que el primero alargara su mandato con un cambio de los estatutos y ejercicios después, en 2012, FG se opusiera al nombramiento de Goirigolzarri en Bankia para su reflote tras la nacionalización.
Por otro lado, uno de los socios del expolicía, presuntamente el abogado Rafael Redondo (en prisión preventiva diez meses entre 2017 y 2018 por trabajar con el excomisario e imputado en el caso), reconoce en un informe que conoció a Goirigolzarri en la década de los noventa, "cuando solo era un analista estratégico del Banco de Bilbao". "Me pidió que le llamará Goiri cuando nos tratamos", se limitó a apuntar.