
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se ha negado a valorar a su anterior jefe, Francisco González, después de que que éste se ha visto envuelto en el escándalo de las escuchas ilegales supuestamente ordenadas a Villarejo en 2004 y 2005 para tumbar el asalto de Sacyr.
Durante la rueda de prensa tras los resultados anuales, en los que la entidad ganó 703 millones en 2018, un 39% más, Goirigolzarri ha señalado que nunca habla de personas al ser preguntado por una valoración sobre quién fue durante años ocho años su jefe. La semana pasada la consejera delegada de Bankinter salió en defensa del aún presidente de honor de BBVA al considerarlo como un banquero "modélico".
El máximo responsable de Bankia, que en el momento de las escuchas era consejero delegado de BBVA, ha querido dejar claro que lo publicado es una "auténtica sorpresa" para él y para el número dos de Bankia, José Sevilla, también directivo entonces de la entidad azul.
"Ni conocimos ni participamos en nada" de lo que esta saliendo a la luz en las últimas semanas, ha puntualizado. También ha indicado que espera que el equipo de BBVA esté siendo diligente para aclarar lo sucedido en la investigación interna que ha abierto y que nunca sospechó de que fueran grabados de manera irregular.
Asimismo ha destacado que sobre la información ahora manejable no tiene previsto iniciar ningún tipo de acción judicial en contra de BBVA, en contraposición con otros afectados por la trama de espionaje como el exministro Miguel Sebastián.