Bankia obtuvo un beneficio atribuido de 703 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 39,2% respecto a 2017. El banco no aprobará un dividendo extraordinario hasta conocer las exigencias en capital del Banco Central Europeo, como adelantó elEconomista.
En términos ordinarios, el beneficio se situó en 788 millones, lo que supone un descenso del 3,4% respecto a los 816 millones ganados en el ejercicio anterior.
Esta diferencia se produce después de realizar una dotación extraordinaria de 85 millones después de impuestos por la venta de una cartera de activos improductivos a Lone Star de un tamaño de 3.070 millones en el momento del acuerdo. A cambio, esta operación permitirá ahorrar 200 millones de euros en los tres años posteriores a su cierre.
De esta forma, el beneficio queda en 703 millones en 2018 si se resta la provisión extraordinaria por la venta de carteras (un 39,2% más que los 505 millones del año pasado, cuando se hizo un cargo de 312 millones para la fusión), pese a las pérdidas de 40 millones de euros que se anotó en el último trimestre del año.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que el año 2018 ha sido, desde el punto de vista estratégico, "muy importante" para la entidad porque ha integrado a BMN "en un tiempo récord y de forma magnífica", lo que abre "enormes" posibilidades de cara al futuro y ha añadido que la fusión ha proporcionado ya un incremento de la base de clientela.
También ha confirmado que el banco, a pesar de que los tipos de interés están evolucionando peor de lo previsto, confía en cumplir sus objetivos estratégicos. "Queda todavía partido para revisarlos", apuntó el presidente de la entidad; que, insistió en que lo que no es revisable es su compromiso con el mercado de repartir "2.500 millones en dividendos hasta 2020". Este año propondrá a la junta un aumento del dividendo del 5%, lo que provocará que la entidad tenga que elevar el 'pay out' (porcentaje de beneficio que destina a dividendos) al nivel del 50 por ciento. En 2017, fue del 41 por ciento.
Lo que todavía queda pendiente, es el dividendo extraordinario con cargo al exceso de solvencia. Tal como adelantó elEconomista, el consejo no valorará este pago hasta al menos conocer los requisitos de capital que exige el BCE. Bankia cuenta con el objetivo de devolver el exceso de solvencia cuando su ratio de capital CET1 Fully Loaded supere el 12 por ciento. En términos regulatorios, considerando las plusvalías de la cartera de bonos, el banco despidió el año con un ratio de solvencia del 12,61 por ciento.
Goirigolzarri ha mostrado, además, "gran confianza" en la transformación de la entidad en el año que acaba de iniciarse. "Entramos en el año 2019 con una nueva organización. Una organización pensada para el futuro, una organización mucho más ágil y mucho más ambiciosa. Y eso, desde luego, nos va a dar resultados en el corto, pero también en el medio y largo plazo", ha resaltado.
No obstante, auguró un ejercicio complicado para las entidades financieras por los bajos tipos de interés, pero no descartó que la bolsa -sobre la que no se atrevió a pronosticar un comportamiento-, otorgue al FROB ventanas de oportunidad para reducir su exposición. De hecho, achacó justo a la mala evolución del sector en bolsa, el que el año pasado el Estado no pudiera desprenderse de títulos.
Respecto al proceso de consolidación que se está viendo en España, José Ignacio Goirigolzarri, volvió a insistir en que Bankia trabaja para crecer en 'solitario', aunque apunto que podría ser un activo muy atractivo para cualquiera que provocara un movimiento de consolidación con ella.
Por su parte, el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, ha subrayado que se cierra un año "muy importante" en todo lo referente a sanidad del balance y al crecimiento de la ratio de capital, que alcanzará el 12,51% cuando se cierren las transacciones en curso.
Durante 2018, Bankia elevó un 5,5% el margen de intereses, hasta 2.049 millones de euros (no obstante, de haberse incluido a BMN en la cuenta de resultados de 2017, esta línea caería un 9,6%). Los ingresos por comisiones se incrementaron un 25,3% (3,4% en comparación homogénea) y los resultados por operaciones financieras aumentaron un 11,5%, lo que permitió que el margen bruto avanzara un 11,3% (cae un 6,3% con BMN) y se situara en 3.368 millones.
El margen bruto de clientes creció hasta el 1,58%, nivel que se equipara con el logrado en el primer trimestre de 2017 y que, con anterioridad, no se conseguía desde la segunda mitad de 2013. Esta cifra fue cinco puntos básicos superior a la del último trimestre de 2017, crecimiento que estuvo motivado por un menor coste de los depósitos y un ligero aumento del rendimiento de los créditos.
Los gastos de explotación crecieron un 20,7% por la integración de BMN, pero en perímetro homogéneo descendieron un 4,3% gracias a la aceleración de la captura de sinergias tras la fusión, que ascienden ya a 130 millones de euros, frente a los 66 millones que se preveían para este momento. Con ello, el margen antes de provisiones subió un 1,4% (-9,1% en proforma), hasta 1.498 millones.
Las dotaciones ordinarias de crédito y adjudicados se elevaron a 437 millones, un 2,5% menos que el ejercicio anterior, lo que permitió reducir cinco puntos básicos, hasta el 0,18%, el coste de riesgo recurrente.
Eleva un 5% el dividendo
Con estos resultados, el consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas elevar un 5% el dividendo por acción, hasta los 11,576 céntimos (11,024 céntimos en 2017). Así, la cuantía total que se abonará a los accionistas de Bankia ascenderá a 357 millones de euros, frente a los 340 millones del ejercicio precedente. El pay-out alcanza así el 50%.
Con la participación actual del 61,4% que tiene el FROB en Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance en el proceso de devolución de las ayudas por importe de 219 millones de euros. Así, el total de las ayudas reintegradas tras realizarse el pago, que está previsto en abril, ascenderá a 3.083 millones de euros, de los que 961 millones corresponden a los cinco dividendos abonados desde 2014.
Asimismo, el banco disminuyó en 6.000 millones los activos improductivos (NPA) en 2018, que se situaron en 10.900 millones, frente a los 16.900 millones del año anterior. Esto supone, según la entidad, que se ha conseguido más que duplicar el objetivo marcado de reducir 2.900 millones al año durante los tres años del Plan Estratégico.
Reduce la tasa de morosidad
Dentro de la reducción de activos improductivos, 3.702 millones correspondieron a la reducción de dudosos, que quedaron en 8.416 millones, lo que equivale a una tasa de morosidad del 6,5%, y supone 2,4 puntos menos que hace un año.
Los otros 2.300 millones de caída de NPA se debieron a la disminución de los activos adjudicados, que quedaron en 2.462 millones. Además de la "gran operación" de venta de activos, Bankia se desprendió de 13.300 unidades en ventas orgánicas, por importe de venta de 646 millones, un 7,2% más que un año antes.
En términos de solvencia, Bankia ha cerrado el ejercicio 2018 con una ratio de capital CET1 fully loaded del 12,51%, que recoge el efecto de la venta de carteras de activos improductivos y la operación de reorganización de bancaseguros. Esto supone un incremento de 56 puntos básicos respecto al ejercicio anterior y generar 775 millones de euros de capital en el año.
En el apartado de liquidez, Bankia también consiguió una mejora al finalizar el pasado ejercicio con una ratio de créditos sobre depósitos del 91,2%, frente al 93,9% del año anterior.