Banca y finanzas

Zapatero, sobre el espionaje de BBVA: "Me indigna que el presidente de un banco actúe así"

  • Exige consecuencias para la entidad
  • Pide al BCE que abra un debate sobre el caso
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha pronunciado esta mañana sobre el presunto espionaje encargado por BBVA al excomisario José Manuel Villarejo y que afectó a miembros del entonces Ejecutivo socialista. Zapatero ha asegurado que cuando uno es presidente del Gobierno pocas cosas le sorprenden, sin embargo ha reconocido que en este caso se ha sentido "estupefacto, preocupado e indignado porque un presidente de una entidad financiera realizara estas prácticas".

A su juicio, los trabajos realizados por el excomisario para la entidad deben tener consecuencias en todos los niveles y abrir un debate en las grandes corporaciones y también en el Banco Central Europeo (BCE). "Si algo necesita la ciudadanía es que alguien que tiene tanto poder como un gran banco se comporte dentro de las reglas de la decencia", aseguró durante su asistencia al acto organizado por el 30º aniversario de Servimedia

El expresidente del Ejecutivo reconoce que el caso le ha sorprendido y tacha de "lamentable" que haya corporaciones privadas que realicen estas prácticas de espionaje. "Esto demuestra que la democracia debe seguir luchando por su mejora y que el sector privado debe tener también reflejos de comportamiento con los principios de una sociedad democrática en las reglas y en los objetivos sociales", puntualizó.

Pinchazos a su Gobierno

El excomisario Villarejo intervino más de 15.000 llamadas telefónicas entre finales de 2004 y 2005, dentro del encargo realizado por la entidad entonces presidida por Francisco González para abortar el asalto de Sacyr al banco. El expolicía intervino las comunicaciones de la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y del exdirector de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián.

El exjefe de Seguridad de BBVA, Julio Corrochano, encargó en diciembre de 2005 seguimientos a los ideadores de que Sacyr comprara una participación relevante del banco para poder tener entrada en el consejo de administración y, a través de éste, lograr derrocar al presidente de la entidad. Además de las intervenciones telefónicas, el equipo de Villarejo realizó seguimientos a relevantes empresarios, a Miguel Sebastián o al exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Carlos Arenillas. Según los informes que el equipo del expolicía remitió al banco, el Gobierno de Zapatero prestó su apoyo a Sacyr para que entrara en la entidad puesto que, el Ejecutivo consideraba a BBVA la llave de acceso para controlar las presidencias de las distintas compañías que fueron privatizadas por el PP como Telefónica, Iberia o Endesa.

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