Banca y finanzas

La gran banca se inclina por dar el 'sí quiero' al cambio de control en Talgo

Sede de Talgo. Archivos

La gran banca se inclina por dar el sí quiero al cambio de control de Talgo sin que se ejecuten anticipadamente los vencimientos de la deuda. Ganz-MaVag Europe Zrt., sociedad promotora de la operación de Magyar Vagon sobre el fabricante español, recibió hace unos días la instrucción por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) del deber de conseguir el visto bueno de las entidades financieras al cambio de manos de la compañía antes de poder presentar la propuesta de compra. Esto se debe a, como ya publicó elEconomista.es el pasado viernes, los condicionantes que pesan sobre la mayor parte de la deuda de la industrial ferroviaria. En este sentido, y de acuerdo con los datos a cierre de 2022, últimos públicos disponibles, Talgo tiene 227 millones de euros de deuda sobre los que existe una cláusula habitual en este tipo de financiaciones que permite que los vencimientos de pago se adelanten si la compañía cambia de accionista de control.

Fuentes financieras de los principales bancos presentes en estas financiaciones señalan a este medio que, si bien todavía no han recibido una solicitud formal por parte de ninguna de las dos partes de la operación –ni Talgo ni la húngara Ganz-MaVag Europe– para autorizar este cambio de control sin que los waivers salten, a priori no ven ningún inconveniente para autorizarlo. Dan por hecho que, tanto los industriales como el fondo público húngaro que apoya la operación, son solventes y tienen planes lo "suficientemente férreos" como para sacar adelante la compañía y, como consecuencia, hacer frente al pago de los vencimientos que se vayan presentando.

Sobre la relación de la compañía con el gobierno de Viktor Orbán que se ha apuntado en varias ocasiones en las últimas semanas, una de estas fuentes admite que es un extremo a vigilar, pero recuerda que Hungría es un país de la Unión Europea, por lo que, salvo circunstancias concretas que puedan darse en una investigación más completa de los planes que la compañía presente, en principio, no debería ser un problema para la viabilidad de la operación. En el lado de su relación con el Gobierno de Vladimir Putin y Rusia –que está sancionada por la UE tras la invasión de Ucrania- , las mismas fuentes apuntan que están atentas a cualquier lazo que pueda existir.

Además, diferentes fuentes financieras recuerdan que hasta este momento Talgo siempre ha hecho frente a los vencimientos de la deuda en plazo.

Pero la decisión no es tan fácil como en otras operaciones similares en las que la banca tiene el derecho de anticipar los vencimientos de la deuda. En este caso, la financiación de Talgo no se estructura a través de un pool bancario –un grupo de bancos se unen para dar una única línea de financiación en la que cada uno tiene un porcentaje concreto y que tiene solo unas condiciones-, si no que tienen diferentes contratos bilaterales. En este sentido, la negociación de los waivers depende de los pactos a los que lleguen con cada una de las 18 entidades que forman parte de su fuerza financiera.

Pese a ello, la sensación que tienen fuentes financieras de los principales bancos consultados por este periódico tiene más que ver con la velocidad con la que se están haciendo los trámites que rodean a la operación. Así, y tal y como la propia compañía húngara reconoció al mercado el pasado viernes, la operación no puede llegar formalmente al consejo de administración del fabricante ferroviario español hasta que consigan el compromiso de la banca para no ejecutar los waivers. Al no haberse producido hasta este momento ese movimiento oficial al respecto, dan por hecho que se trata de una cocción a fuego lento que se ha visto impulsada por las filtraciones que, primero en noviembre y luego hace unos días, se han venido produciendo.

Sin decisión "definitiva"

El holding húngaro admitió en la comunicación al mercado que realizó el pasado viernes que se encontraba en conversaciones para formular una oferta pública de adquisición sobre la totalidad de las acciones del fabricante de trenes a un precio de 5 euros por acción, pero detallaba que no se había tomado "una decisión definitiva al respecto".

Con estos datos sobre la mesa, la operación que planea Ganz-MaVag Europe valoraría el fabricante de trenes de los Oriol en unos 620 millones de euros. Al cierre de la sesión de ayer lunes, la capitalización bursátil de Talgo era de unos 575 millones.

Si finalmente se presenta la operación, serán los accionistas de la compañía española, entre los que se encuentran el fondo Trilantic, la familia Oriol y el family office Torrblas, los que decidan si el histórico fabricante de trenes español pasa a manos húngaras.

1.146 millones en avales

Más allá de la deuda y los posibles vencimientos anticipados si no se acepta el cambio de control, otro de los focos de atención en esta operación tiene que ver con los avales. A cierre del mes de junio, últimos datos públicos, Talgo tenía comprometidos 1.146 millones en avales y seguros de caución para proyectos de construcción. Esta cantidad se incrementó en el último año en casi 200 millones, de acuerdo con la misma fuente, y no supondrá mayor problema si los contratos firmados se cumplen adecuadamente.

Cabe recordar que una de las cuestiones que se le achacan a Talgo en los últimos años tiene que ver con su limitada capacidad de producción que, en casos como el de Renfe con los Avril, llevó a retrasar el comienzo de la homologación de los vehículos y, como consecuencia, la dilatación de los plazos de entrega firmados al inicio en más de una ocasión. En caso de que se produjese un incumplimiento, estos avales se podrían ejecutar, suponiendo un incremento de la deuda a la que el comprador debiera hacer frente.

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