
La gran banca sigue reduciendo el número de oficinas, tanto en España como en el resto de países en los que opera. En el caso de nuestro país, las entidades que cotizan en el Ibex35 –Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja– tenían a cierre del mes de septiembre 9.910 sucursales, es decir, bajan por primera vez de la barrera de las 10.000 tras bajar la persiana de 340 de ellas en el último año. Esta tendencia, que comenzó con la gran crisis de hace más de una década, se ha acrecentado a raíz de las fusiones que se han dado en los últimos años y la transformación digital que han llevado a cabo los bancos y ha dejado en menos de una cuarta parte el total de oficinas con respecto a antes del estallido del boom. Al mismo tiempo, y tras la importante reducción de personal que se ha acometido en los últimos años, los grandes bancos han comenzado a contratar de nuevo, aumentando sus plantillas, sobre todo en la pata más digital.
Por entidades, en términos absolutos, Santander es la que más ha reducido en el último año (septiembre de 2022 frente a septiembre de 2023), con 480 en todo el mundo –principalmente en Estados Unidos, donde dio un giro radical a su estrategia de particulares en los últimos meses–, de las que 33 han sido en España. Los planes del banco que encabeza Ana Botín también pasan por cerrar las sucursales que tiene en Italia para el negocio de crédito al consumo, siguiendo con la estrategia con la que trabaja en el resto de geografías en las que opera.
En el último año, CaixaBank también destaca por el número de cierres, con 205 entre España y Portugal. A la hora de analizar esta cifra hay que tener en cuenta que a finales de 2022, la entidad de origen catalán todavía tenía por ejecutar una parte de los cierres de oficinas que se derivaron de las sinergias de la operación con Bankia, por lo que estas se ven afetadas por este tema.
La otra entidad afectada por las fusiones en el último año, Unicaja, que está cerrando los últimos flecos del expediente de regulación de empleo (ERE) derivado de la unión con Liberbank de 2021. Pese a ello, y por una cuestión de calendario, la variación en el número total de sucursales en el último año apenas se queda en -8.
En el lado opuesto se encuentra Bankinter que, como viene siendo habitual, mantiene inalterado el número de sucursales, tanto en España como en el resto de las geografías en las que opera.
Aumento de plantilla
Al mismo tiempo que se siguen cerrando sucursales, y con la idea de la digitalización y la aplicación de inteligencias artificiales cada vez más arraigada en el seno de las compañías, las plantillas, tanto a nivel global como local han comenzado a aumentar su plantilla. Así, en todas las geografías en las que operan las seis entidades españolas, esta cifra ha aumentado en más de 15.000 personas hasta colocarse por encima de las 400.000. Si se atiende únicamente a España, esta cifra habría aumentado en casi 2.000 personas, hasta superar las 116.000.
Y es que las entidades están apostando por los perfiles tecnológicos, que les permitan aumentar su volumen de negocio aprovechando la eficiencia de este canal. Así, por ejemplo, BBVA anunció hace solo unos meses que contrataría durante este ejercicio a más de 2.600 especialistas en tecnología, mil de ellos en España.
Algo similar hizo Banco Santander este verano, cuando lanzó una oferta para medio millar de personas con perfiles tech, entre los que se encuentran ingenieros de software, trabajadores de infraestructura e incluso de gestión de este tipo de proyectos. Incluso su filial digital, Openbank, apostó por retribuir a quien propusiera candidatos para determinados puestos clave.
Más allá de este aspecto, varias han sido las entidades que han aprovechado estos movimientos para reorganizar sus sucursales, con más agentes dedicados a tareas concretas en vez de ser generalistas, lo que les permite aumentar la eficiencia de ciertas líneas de negocio concretas.