
Sigue la guerra en Unicaja. Los accionistas de la entidad resultante de la fusión entre Liberbank y Unicaja han votado, mayoritariamente, en contra de la ratificación de Isidoro Unda y María Teresa Costa como consejeros independientes de la entidad en la junta celebrada este mismo jueves en Málaga. A falta de conocer los datos oficiales que avalan esta decisión, durante la reunión manifestaron que votarían en contra tanto el accionista mayoritario, la Fundación Unicaja (30,2% del capital), como todos los representantes de los trabajadores que tomaron la palabra (CCOO, CESICA y CIC).
Las razones argumentadas por unos y otros giran alrededor de una misma idea: no consideran que Unda y Costa sean realmente independientes, pues les posicionan al lado del consejero delegado, Manuel Menéndez, y por tanto, del lado asturiano de la entidad.
El resto de puntos del orden del día, entre los que se encontraba la aprobación de las cuentas o el nombramiento de los nuevos cuatro representantes de la propia Fundación Unicaja en el consejo, han sido aprobados, según señaló el vicesecretario del consejo al terminar la reunión. Ahora falta por ver qué porcentaje de los propietarios de títulos del banco ha dado el visto bueno al informe de gestión del consejo pues, varios de los intervinientes se han mostrado en contra o manifestado que se abstendrían en esta decisión.
Tras la no ratificación de estos consejeros independientes, el máximo órgano del banco estará claramente escorado hacia el lado malagueño y tendrá tres sillas vacantes: la de Unda y Costa y la de María Garaña, también consejera independiente que provenía de Liberbank y que presentó su dimisión hace unas semanas con fecha de efecto en la junta celebra este jueves.
Un accionista pide la salida de Menéndez
Entre las intervenciones de los diferentes accionistas, en su mayoría representantes de los diferentes sindicatos presentes en el banco, se podía escuchar una misma denuncia: el empeoramiento de las relaciones laborales de la entidad tras la fusión con la antigua caja asturiana en lo que han llamado "la liberbankarización de Unicaja". "Han cambiado de forma radical la fisionomía de la red comercial, algunas oficinas están bajo mínimos de personal", señaló la secretaria general de CCOO en Unicaja. "Teníamos un nivel de solvencia y paz social ahora inimaginable", apuntó por su parte el representante de CESICA, recalcando que "Unicaja no es un tablero de juego donde se enfrentan supuestos intereses malagueños contra un bloque asturiano".
Es precisamente en esta guerra de bloques en la que se ha movido Unicaja en los últimos meses en la que se centró la intervención de otro de los accionistas que pidió, entre otras cosas, la dimisión del consejero delegado. "Vergüenza me da la desconfianza del Banco Centra Europeo por la mala gobernanza que va en contra de clientes y accionistas. Da vergüenza. Pido la dimisión del señor Menéndez", señaló, dirigiéndose entonces al presidente, Manuel Azuaga: "Y a usted, que por lo visto deja de ser presidente, le deseo una buena vida", finalizó.