"Los impúdicos beneficios" de la banca y el "capitalismo despiadado" que denunció la semana pasada Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, y que de forma más laxa también manifestaron otros miembros del Gobierno de coalición chocaron contra las palabras de los principales ejecutivos de las entidades financieras españolas que durante toda la semana denunciaron que el incremento de resultados "todavía dejaba la rentabilidad por debajo del coste de capital". Una vez que todos los grandes bancos han presentado sus números de 2022 queda patente que el último año ha supuesto una mejora de la rentabilidad -medida a través del RoTE, rentabilidad sobre activos tangibles, que resta del total los recursos del fondo de comercio, los bonos convertibles y las acciones preferentes-, si bien esta todavía no ha alcanzado el coste de capital en ninguno de los casos y llegan a suponer hasta nueve puntos de diferencia en grupos concretos. Estos datos cobran especial relevancia si se tiene en cuenta que el impuesto que deberá empezar a pagarse esta misma semana por parte de las entidades financieras se basa en los "beneficios extraordinarios" del negocio bancario en España que se habrían conseguido en el último año.
La riña política ha convertido el citado coste de capital en una de las expresiones de las últimas semanas, pero esta variable es difícil de cuantificar e, históricamente, ha sido uno de los grandes debates en el sector. El Banco de España, en su papel de regulador, emite sus propios datos de forma periódica pero las entidades suelen discrepar con los resultados. Durante años, el CoE (siglas en inglés de cost of equity) se fijó entre el 10 y el 12% para el conjunto de las entidades europeas mientras que los bancos se veían golpeados por el Covid-19 y llegaban, en algunos casos a marcar rentabilidades (tanto en RoTE como en ROE) negativas. En cambio, en los últimos meses estas variables muestran relevantes variaciones y las palabras de las últimas semanas cobran más relevancia si se ponen sobre la mesa los diferentes números que se manejan en el mercado.
El Banco de España emite una valoración conjunta que, en junio de 2022, últimos datos disponibles, situaba en el 7%. Si se tiene en cuenta este dato, el conjunto de las entidades lo habrían superado a cierre del ejercicio. Por su parte, los diferentes consensos de analistas dan cifras individualizadas de esta variable, entendida como WACC (coste promedio del capital ponderado, que incluye todas las fuentes de financiación de una compañía y no solo lo esperado por el mercado). En este sentido, CaixaBank sería, de acuerdo con los datos consultados por elEconomista.es, la que más se acerca al objetivo de ser rentable. La entidad que encabeza Gonzalo Gortázar cerró 2022 con un RoTE del 9,8% lo que la situaría a dos puntos del coste de capital que calcula Bloomberg para la entidad y que se sitúa en el 11,94%. Si se tiene en cuenta el negocio bancario y de seguros de esta entidad, el RoTE sube hasta el 11,1%, por lo que se quedaría a menos de un punto del umbral de rentabilidad mínimo. De hecho, el propio consejero delegado señaló durante la presentación de resultados celebrada el pasado viernes que su objetivo era superar la rentabilidad del 12% para 2024, cuando termina el plan estratégico ahora vigente, y que, de esta forma, el coste de capital quede cubierto. Otras casas de análisis, como Finbox, colocan el coste de capital de CaixaBank en una horquilla de entre el 13,3 y el 14,5%, con un punto medio del 13,9%.
A dos puntos del objetivo se habría quedado también BBVA, cuyo WACC sería, de acuerdo con los datos de Bloomberg, del 16,78%. En el caso de la entidad que capitanea Carlos Torres, que también recordó durante la presentación de resultados que "hay que diferenciar millones de euros con la rentabilidad, que no alcanza todavía el coste de capital", el RoTE del conjunto del grupo sería del 14,8%. Si bien no desglosa por geografías -BBVA tiene una presencia muy relevante en Turquía-, el presidente del banco señaló que gran parte de sus beneficios proceden de otras geografías mientras que, en el caso de España, que es donde se focalizará el nuevo impuesto extraordinario a la banca, no se habrían registrado resultados así desde el año 2010. Pese a ello, el banco de orígenes vascos había marcado en el calendario 2024 como momento objetivo para alcanzar la rentabilidad del 14%. Esta cifra iría en línea con las que ofrece Finbox, que coloca su WACC entre el 13,8 y el 15%, con una media del 14,3%.
Bankinter también se encuentra en una situación similar, con un margen de alrededor de dos puntos entre el RoTE y el coste de capital. En concreto, Bloomberg calcula que este indicador es, en el caso de la entidad que preside María Dolores Dancausa, del 15,32% mientras que la rentabilidad se queda en el 12,7%. Finbox, por su parte, sitúa el WACC entre el 13 y el 14,8%, con una media del 13,9%. Con estas cifras sobre la mesa fue la propia banquera la que señaló hace unas semanas que la nueva contribución -pues a nivel técnico no es un impuesto ni una tasa- es "injusta, es un arbitraria, confiscatoria y no tiene ninguna razón objetiva".
Por detrás se coloca Santander, cuyo WACC sería del 16,9% y su RoTE a cierre de 2022 era del 13,37% a nivel de todo el grupo. En cambio, si se tienen en cuenta solamente las cifras del negocio en España -incluyendo todas las divisiones del banco- la rentabilidad baja hasta el 7,89%, por lo que existirían nueve puntos de diferencia hasta llegar a cubrir este coste de capital que estima el consenso de analistas de la americana. El modelo de Finbox rebaja esta cifra ostensiblemente y la coloca en una horquilla de entre el 13,3 y el 14,5%, con un escenario medio del 13,9%.
Unicaja y Sabadell
Unicaja y Sabadell son las que, de acuerdo con los datos de Bloomberg, tienen más distancia entre el WACC y sus niveles de rentabilidad. La entidad de origen malagueño cerró 2022 con un RoTE del 4% mientras que el coste de capital se quedaba en el margen del 12,5%, ocho puntos y medio por encima. Todo ello, pese a los recortes de personal realizados tras la fusión con Liberbank. En este caso, Finbox eleva el WACC a una horquilla de entre el 13 y el 14,8%, con un escenario medio del 13,9%. Su objetivo es llegar al 8% para el año 2024.
Por su parte, la entidad de origen catalán tendría, de acuerdo con Bloomberg, un coste de capital del 17,8% frente a un RoTE del 7,76% para el conjunto del grupo. Si se separa el negocio bancario en España, la rentabilidad llegaría al 8,7%, pero todavía tendría amplia distancia para llegar a cubrir el coste de las diferentes fuentes de capital de la entidad. Al igual que en el caso de Unicaja, Finbox coloca el WACC a una horquilla de entre el 13 y el 14,8%, con un escenario medio del 13,9%, lo que rebaja ostensiblemente las cifras de la casa de análisis americana.