
La gran banca española selló 2022 con récord de beneficios, sin atisbo del temido repunte de la morosidad y con un empuje del 13% de los ingresos vinculados a la actividad con clientes. Los seis bancos cotizados (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) reportaron 21.050 millones de euros, que baten en un 26,38% los 16.656 cosechados el año previo y superan en un 6,18% los 19.823 millones estimados por el consenso de Bloomberg.
El cálculo depura millonarios extraordinarios anotados durante 2021 por los fondos de comercio en la integración de Bankia en CaixaBank y Liberbank en Unicaja y otros atípicos como las abultadas plusvalías recaudadas por Bankinter al segregar Línea Directa para listarla en bolsa. Si se incluyen estas contribuciones extras, el resultado atribuido queda en 20.849 millones, a un 0,61% de los 20.979 millones que anotaron entonces.
Para la mayoría de entidades implica remontar los máximos históricos conquistados en 2007, antes de que el estallido de la crisis financiera detonase en los balances la pesada carga inmobiliaria y obligase a la mayor reconversión vivida por el sector y un proceso de consolidación que dejó en apenas una docena de entidades de banca comercial las más de 50 que existían entonces.
Los resultados que acaban de cerrar, y que han azuzado los reproches desde las filas en el Consejo de Ministros, sobre todo, por miembros de Unidas Podemos como ariete para exigir el tope de las hipotecas variables, se originan en muy buena parte en geografías distintas a la española (en Santander y BBVA) mientras que CaixaBank y otras entidades lo atribuyeron al empuje del negocio y la contención de costes tras los ajustes de fusiones.
En términos globales, la mejora de la cuenta descansa en un incremento del 13,12% en el margen bruto o rúbrica que mejor refleja la evolución de los ingresos, que ascienden a 97.449 millones, con el auge de los costes limitados al 8,12% y por debajo, según han destacado los bancos, a la inflación que soportan en las diferentes jurisdicciones donde operan.
La gestión de ambos parámetros permitió, de hecho, mejorar el ratio de eficiencia en todas las entidades hasta tasas de costes sobre ingresos cercanas al 45% en Santander (lo bajó desde el 46,2% al 45,8%), BBVA (cae del 45,2% al 43,2%), Sabadell (del 55,33% al 45,12%) y en Bankinter (del 45,99% al 44,05%) mientras CaixaBank pasa del 57,7% al 51,9% y en Unicaja mengua desde el 61,8% al 54,4% con el ahorro de costes derivado de la adaptación de estructuras y plantillas tras sus fusiones, y cuyos gastos penalizaron previamente la tasa.
Un gran motor de la cuenta es un margen de intereses que despega un 18,95% y alcanza los 71.082 millones en el nuevo escenario de tipos al alza, junto al incremento del 10,40% experimentado en las comisiones con la buena marcha del negocio y el dinamismo y contratación de productos y servicios generadores de estos ingresos como seguros, fondos de inversión o el uso de las tarjetas bancarias -suman 23.773 millones a la cuenta-.
Los tipos se notarán este año
El fin a los tipos negativos que la banca ha soportado en la última década permitió enderezar, de hecho, un margen financiero comprimido o, incluso, negativo. Su avance es fruto de la repreciación de los intereses en los créditos variables en balance y, según los bancos, sobre todo, de la nueva producción y la concesión de préstamos.
El Banco Central Europeo (BCE) puso fin en julio a los tipos negativos, con una primera alza que escaló durante el año hasta llevar el precio del dinero al 2,50% (esta semana lo aupó al 3%, y anunció aumentos ulteriores para encauzar la desbordada inflación). En paralelo, el euríbor remontó desde el -0,502% al 3,018%, con la consiguiente repreciación de las carteras financiadas.
No obstante, el proceso es paulatino y la banca no verá íntegramente trasladado su avance al margen financiero hasta que se acomoden todas las operaciones a los nuevos indicadores, de forma que su tracción seguirá en 2023. El impulso de este vector ha sido superior en geografías como Brasil, México, EEUU o Turquía, donde la autoridad monetaria ha aplicado medidas de alzas de tipos más agresivas, pero se espera mayor efecto en la eurozona durante 2023 precisamente porque el BCE iría con dilación.
En favor de las cuentas ha corrido además la caída continua de la morosidad. El conjunto de los cotizados bajaron su ratio desde el 3,38% al 3,03%, una cota que la industria no veía desde el año 2008. Sin embargo, las entidades han tenido que encajar en provisiones o capital el empeoramiento del escenario macroeconómico conforme a las reglas de la Autoridad Bancaria Europea.
De cara a 2023 las entidades son, sin embargo, cautas y esperan un deterioro por la presión que ejerce la subida de precios sobre la cesta de la compra y los servicios básicos, el encarecimiento de la financiación junto al freno económico. Han minimizado, en cambio, el impacto del euríbor en hipotecas porque entre el 50% y 80% de los préstamos firmados en los últimos cinco años se contrataron a tipos fijos y el grueso de los variables son antiguos y verán aumentos limitados en las cuotas. Frente a la denuncia política y desde filas del Gobierno de que ganan mucho, los banqueros han pedido mirar el impacto final de la subida de tipos y eso provocará mora.
En los próximos días -con cargo a los resultados del primer trimestre de 2023- la banca deberá pagar el nuevo impuesto. CaixaBank será la que más pague, 400 millones; BBVA y Santander afrontarán cada una el pago de 225 millones; Sabadell hará lo propio con 170 millones, y Bankinter, entre 80 y 100. Unicaja también tendrá que pagar, pero no ha confirmado la cuantía.
Solo Bankinter cotiza sobre el valor en libros
Bankinter es la única gran entidad española que cotiza sobre el valor en libros. En concreto, las acciones del banco que encabeza Dancausa valen en el mercado 6,48 euros y el valor en libros por acción es de 5,46 euros. El resto de los bancos del Ibex 35 lo hacen por debajo de este indicador.
El que más se acerca es BBVA, cuyas acciones están en el parqué al 85% del valor contable;seguido de CaixaBank, que se sitúa en el margen del 75%. A continuación se coloca Banco Santander, con un 60% –a la espera de próximas recompras de acciones y un aumento del payout–. La última posición la comparten Sabadell y Unicaja que, pese a los movimientos de los últimos días, siguen en el entorno del 50%. En concreto, la entidad catalana cotiza a 1,14 y su valor contable es de 2,34, mientras que la andaluza tiene un valor en el parqué de 1,13 frente a los 2,45 en libros.