El euríbor frena su rally tras diez meses de vertiginosa subida. El indicador ya ha descontado el grueso del incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y se estabilizará en el entorno del 3% de cara al año que viene, según las fuentes financieras consultadas. Lo que significa que apenas tiene 0,3 puntos porcentuales más al alza de recorrido. Muestra del escaso camino que le queda al euríbor, es que el índice no respondió a la última subida de tipos parte del BCE el pasado 27 de octubre. El euríbor, lejos de subir un escalón, lo bajó. Pasó de estar en niveles del 2,7% los días previos al anuncio del organismo europeo a descender al 2,567% un día después de conocerse la nueva subida de tipos del 0,75%.
La explicación es que este alza ya estaba descontada, así como el grueso de las que están por llegar, porque el BCE ya ha anunciado que seguirá subiendo las tasas para luchar contra la inflación. Lo previsible es que el euríbor se sitúe en los próximos meses estable, en el entorno del 2,7% y acercándose al 3%, según las fuentes consultadas, tomándose un respiro después del shock visto en los últimos meses. Desde cierre de diciembre (que estaba en negativo, al -0,501%) a cierre de octubre, el índice ha escalado 3,128 puntos porcentuales.
Precisamente, la previsión de la casa de analistas de Bankinter también sitúa en estos niveles el avance del indicador. La previsión es que el euríbor a 12 meses cierre el año en el 2,8%, toque el 3% de cara a 2023, para bajar con ángulo inclinado al 2,1% en el ejercicio 2024.
Estas estimaciones indican que la mayor subida de precios de las hipotecas a tipo variable ya se ha dado. Concretamente, ya se han encarecido un 88% del total que se pueden encarecer, siempre tomando las estimaciones con cautela porque las alzas de tipos dependerán del éxito de que la inflación baje al entorno del 2% en el medio plazo. Si la estrategia monetaria del BCE no alcanza el objetivo buscado, podrían darme mayores incrementos de los tipos.

No obstante, atendiendo a las previsiones y al escenario actual, el grueso del encarecimiento de las hipotecas variables ya se ha dado. Entrando en números, la hipoteca media (145.465 euros, a 24 años y con un diferencial sobre euríbor del 0,92%) se ha encarecido 2.640 euros al año (o 220 euros al mes) desde diciembre de 2021 a octubre de este año. Es decir, el tenedor de un préstamo a variable que pagaba 531 euros al mes a cierre del año pasado, si le toca repreciar el préstamo con el dato de octubre, pasará a pagar 751 euros al mes. Si el euríbor se pone al 3%, como se prevé, habrá también un encarecimiento del préstamo, pero ya no va a ser tan desmesurado como el que se ha dado en estos últimos meses. El cliente con una hipoteca media pasaría a pagar al mes 780 euros.
Medidas de apoyo
En total, el coste de la hipoteca variable habría subido un 40% en lo que va de año. Sin embargo, las entidades señalan que las alzas no son tan grandes, especialmente para aquellos préstamos que tienen una antigüedad superior de cinco años. Los clientes más afectados son aquellos que tengan una hipoteca a tipo variable firmada desde hace cinco años en adelante, ya que el mayor pago de intereses se asume al inicio de la vida del préstamo. Bajo esta premisa y la de que el grueso de las nuevas hipotecas constituidas en los últimos ejercicios han sido a fijo, el sector considera que solo el 16% de su cartera hipotecaria se verá tensionada por el euríbor.
En la actualidad, las patronales bancarias y el Ministerio de Economía trabajan en actualizar el Código de Buenas Prácticas con el objetivo de ayudar a las familias más vulnerables (renta anual inferior a 24.300 euros) a afrontar el pago de sus hipotecas. Las entidades han propuesto extender cinco años el plazo del préstamo a los hogares que se les haya encarecido más de un 30%. Sin embargo, algunas facciones del Ejecutivo ven insuficiente estas medidas y proponen moratorias hipotecarias para los afectados.