
BBVA encajará un impacto de 324 millones de euros por aplicar la contabilidad hiperinflacionaria en Turquía. Las reglas se registrarán con efectos retroactivos desde el 1 de enero pasado, y este efecto del primer trimestre se reflejarán en los estados financieros del segundo.
El grupo presidido por Carlos Torres se reafirmó, sin embargo, en sus objetivos financieros para 2024, que incluyen rebasar el 14% de rentabilidad, y lo encaja en un ejercicio además donde el consenso del mercado espera que BBVA sea capaz de ganar cerca de 5.000 millones de euros.
La contabilidad hiperinflacionaria consiste en una reexpresión de los estados financieros, con el objetivo de mostrarlos en términos reales, no nominales (es decir, ajustando las cifras al elevado nivel de precios del país) y permitir así una comparación más fiel de la cuenta de resultados y el balance de la entidad en diferentes momentos del tiempo.
Tiene un doble efecto: positivo en capital y negativo en la cuenta de resultados. Drenará los citados 324 millones en los resultados del grupo, y añadirá 19 puntos básicos al ratio de capital más exigente CET1 'fully loaded'.
El banco indicó que, considerando la expectativa de inflación anual en Turquía, espera que "la contribución de las entidades del Grupo en Turquía a los resultados sea inmaterial; y el capital se vea positivamente impactado en los próximos trimestres".
Para estimar los impactos, la entidad ha tomado de referencia un tipo de cambio de 16,28 liras turcas por euro y la inflación del 22,8% acumulada en el ejercicio en la economía otomana.
La contabilidad internacional obliga a aplicar las normas de hiperinflación cuando confluyen ciertas situaciones como el hecho de que la tasa de inflación acumulada en un país en tres ejercicios se aproxime o exceda el 100%. En el caso de Turquía la escalada de precios rebasa un 60% este año, a lo que se une la depreciación de la divisa.
BBVA tiene experiencia en estas contabilidades ya que las aplicó con anterioridad a sus filiales en Argentina y Venezuela.
El presidente del grupo, Carlos Torres, minimizó precisamente hace unos días el efecto y explicó "que en el primer año prácticamente se neutraliza".
A pesar del impacto, el banquero se ratificó en la oferta de adquisición de acciones formulada recientemente sobre la filial Turca y por la que ha subido su participación accionarial desde el 49,85% al 85,97% con una inversión de 1.410 millones de euros.
La apuesta en Garanti la justifican en el potencial de la franquicia en un mercado con baja bancarización, con 85 millones de habitantes (90 millones si se incluyen los refugiados de Siria) y que "tiene una posición geoestratégica muy grande", al estar a las puertas de Europa.
Recompra de acciones
Por otro lado, BBVA notificó hoy que ejecutará el último tramo del programa de recompra de acciones, por un importe máximo de 1.000 millones, a partir del próximo viernes 1 de julio.
Lo hará tras haber completado los dos tramos previos por un valor total de 2.500 millones de euros, de forma que alcanzará el máximo de 3.500 millones o hasta un 10% del capital que se fijó como objetivo. Su ejecución estará en marcha hasta el 29 de septiembre como máximo.
El programa, uno de los mayores de la banca europea, echó a andar formalmente con el inicio de operaciones el 22 de noviembre del pasado año. En los primeros dos tramos adquirió títulos equivalentes al 4,22% del capital a esa fecha y 3,1%.