El presidente de BBVA, Carlos Torres, minimizó este lunes el impacto que la hiperinflación en Turquía ocasionará en las cuentas y el balance del grupo. Con la experiencia de haber aplicado ese régimen contable en otras geografías (Argentina y Venezuela) expuso que "tiene un efecto positivo en capital" mientras que "en la cuenta de resultado sí que tendrá un impacto negativo", aunque precisó "que en el primer año prácticamente se neutraliza".
La escalada de la inflación, superior al 60% este año, y la depreciación de la lira le abocará a aplicar la contabilidad de hiperinflación "tan pronto como en el segundo trimestre", estimó durante la inauguración de unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la UIMP de Santander en colaboración con BBVA.
"Pero no cambia el racional de lo que hicimos", manifestó el banquero, que defendió así el reciente aumento de la participación en el Garanti desde el 49,85% al 85,97% a través de una oferta pública de adquisición de acciones (opa) que le comprometido al grupo 1.410 millones de euros.
Torres, que estuvo acompañado en la inauguración por la vicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño, explicó que BBVA vio una "oportunidad muy buena" de reforzarse en una franquicia líder en un mercado con fuerte potencial de desarrollo, con un coste además de apenas 500 millones en capital para el grupo (23 puntos básicos de solvencia).
Entre las oportunidades expuso que cuenta con 85 millones de habitantes (90 millones si se incluyen los refugiados de Siria), con una población "muy joven" y en un país que "tiene una posición geoestratégica muy grande", al estar a las puertas de Europa. Estimó que tiene "potencial" para convertirse en un hub manufacturero de Europa en esa nueva era, en este nuevo orden mundial donde las cadenas de suministro se traen más cerca", al igual que México lo será para Estados Unidos, aunque esté sujeto actualmente a grandes incertidumbres por la situación internacional agravada por la guerra de Rusia.
Enfría fusiones
El banquero volvió a enfriar la involucración del grupo en potenciales fusiones y adquisiciones, asegurando que le preocupa más el reto de la digitalización y la descarbonización, con sus desafíos y las oportunidades que presentan.
A la hora de abordar expansiones apuntó al desembarco realizado en Italia como una entidad cien por cien online, con la convicción de que "la estructura física es cada vez menos relevante". Al respecto recordó que el banco captó 2,4 millones de clientes en el primer trimestre del año, y un 57% llegaron por canales digitales, superando el 60% en algún país. "Comprar más oficinas no sé si es lo que tiene más sentido estratégico", indicó.
Al ser cuestionado por el desempeño de la entidad y la banca en la segunda parte del año, indicó que la subida de tipos "supone un cierto apoyo después de tanto tiempo en tipos negativos".
Reconoció que el encarecimiento de los tipos abre dos incógnitas sobre la marcha de la demanda de financiación y si aflora impagos.
En créditos auguró que "razonablemente se van a moderar" los volúmenes de crédito porque la subida afectará a todos los agentes, pero descartó problemas de morosidad este año. "No esperamos que este año haya sorpresas negativas en este frente pero habrá que ver porque el entorno es muy incierto", estimó.