La apatía se ha adueñado de los inversores. A falta de noticias relevantes y en los últimos coletazos de la temporada de resultados, la media diaria del volumen negociado en mayo es la más baja desde abril del año pasado.
La mitad de las grandes fortunas gestionadas por los banqueros privados de JP Morgan siguen apostando por la inversión en empresas. Más del 30% se decanta por el private equity (o capital riesgo) frente a un 28% que sigue prefiriendo la bolsa.
Las celebrities no sólo tratan de lucirse ante las cámaras. Sus multimillonarias fortunas encuentran cobijo en las sicav, vehículos de inversión utilizados por grandes patrimonios, a través de las que tratan de rentabilizar sus ahorros, aunque en 2016 no hayan tenido mucho éxito.
Coca-Cola European Partners, la mayor salida a bolsa prevista para este año, seguirá hinchada por su deuda durante los dos próximos años. A finales del mes de junio llegará al parqué nacional y lo hará soportando la mayor deuda de todo su sector, 7.500 millones de dólares (unos 6.660 millones de euros), según estimaciones de la propia firma a cierre de 2015.
El banco de inversión americano ha rebajado hasta neutral su recomendación sobre la renta variable, de la que espera "retornos pobres". "No nos sentiremos cómodos adoptando mayores riesgos hasta que no veamos señales importantes de crecimiento" en las compañías, afirman desde Goldman Sachs.
De las trece revisiones de precio objetivo que ha recibido la aerolínea durante el mes de mayo, cinco de ellas le otorgan un potencial de subida mínimo de un 50%.
Las rentabilidades negativas de la renta fija han llegado también a sus gestores. Los traders de bonos sufrirán la mayor caída de los bonus que se pagan al personal del sector financiero en Wall Street este año.
Los gestores reducen su exposición a la bolsa británica a niveles no vistos desde noviembre del año 2008, según la última encuesta de gestores elaborada por Bank of America Merrill Lynch.