Coca-Cola European Partners, la mayor salida a bolsa prevista para este año, seguirá hinchada por su deuda durante los dos próximos años. A finales del mes de junio llegará al parqué nacional y lo hará soportando la mayor deuda de todo su sector, 7.500 millones de dólares (unos 6.660 millones de euros), según estimaciones de la propia firma a cierre de 2015.
Esto eleva su ratio de apalancamiento (el número de veces que representa la deuda neta sobre su beneficio bruto) hasta las 3,75 veces. Supone más del doble de la media del sector que situó la ratio deuda/ebitda en las 1,6 veces el pasado ejercicio. El beneficio bruto estimado para Coca-Cola European Partners fue de 2.000 millones de dólares el año pasado. Dicha cuantía incluye la emisión de bonos prevista por la firma, valorada en cerca de 3.300 millones de dólares (unos 3.000 millones de euros), que se destinarán en su mayor parte a pagar a los actuales accionistas de Coca-Cola Enterprises, integrada en la nueva embotelladora y que controlará el 48% de la misma.
La nueva Coca-Cola, resultado de la fusión de las embotelladoras alemana y española y de la mencionada filial estadounidense, heredará la importante carga de deuda que afecta a esta última y lo arrastrará consigo los próximos años.
Según las estimaciones elaboradas por S&P, Coca-Cola European Partners reducirá progresivamente su deuda neta hasta 2017, cuando será de 5.300 millones de euros, si tomamos como referencia la previsión más optimista manejada por la firma americana. Lo conseguirá, dicen los expertos de S&P (que le otorgan un rating de BBB+, tres peldaños por encima del bono basura), "gracias a una sólida generación del flujo libre de caja (free cash flow), que estimamos en unos 700 u 800 millones de dólares cada año". El único caso similar entre sus comparables es el de la mexicana Coca-Cola Femsa para quien los expertos prevén una deuda neta de 2.400 millones de euros en 2017, un 32% menos que los 3.550 millones con los que cerró 2015.
Endeudamiento elevado
Coca-Cola European Partners será la más apalancada del resto de embotelladoras cotizadas durante los próximos años. Las previsiones hechas públicas por la propia compañía hablan de una ratio deuda/ebitda de 2,5 veces prevista para el año 2017, mientras que desde S&P elevan a una horquilla comprendida entre las 3 y las 3,5 veces el apalancamiento que deberá soportar la compañía en dos años.
Sea cual fuere el caso, la firma seguirá contando con el nivel de apalancamiento más elevado del sector, por delante de la Embotelladora Andina, con una ratio deuda neta/ebitda estimado de 1,9 veces para 2017, mientras que la mexicana Femsa lo situará en las 1,4 veces, según las previsiones recogidas por el consenso de mercado.