El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, se ha blindado en el capital de la mano de su acreedor, Pimco. La firma ha exigido que no se produzcan cambios en el control de la compañía, y que Oughourlian mantenga por lo tanto el mando, para refinanciar la deuda de 800 millones de euros que mantiene el grupo, según aseguran fuentes próximas al inversor francés.