Los autónomos conviven con la posibilidad de que un inspector de Hacienda visite su negocio en cualquier momento. El fin de una inspección de la Agencia Tributaria es detectar irregularidades fiscales en la actividad y, en este sentido, el colectivo de trabajadores por cuenta propia es uno de los más vigilados por el fisco; ya que una parte de él ni siquiera tiene que llevar una contabilidad de sus ingresos.
