Instituciones públicas y analistas privados coinciden en que la economía española crecerá por encima del 2% este año, lo que supondrá una significativa desaceleración respecto a 2022, pero deja fuera de las previsiones la posibilidad de recesión que algunos expertos no descartaban hace menos de un año.
El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, ha anunciado que el Perte Naval podría incrementar la competitividad del sector en un 15% y conseguir una tasa de crecimiento anual del 9%, así como contribuir a la creación de 3.100 puestos de trabajo de calidad, principalmente en regiones periféricas.
Los analistas miran con recelo el inicio de la temporada de resultados al otro lado del Atlántico. No en vano se espera una contracción del beneficio, no solo causado por el daño que la alta inflación y las alzas de tipos provocan en miles de empresas. Ni siquiera se libran los bancos, beneficiados por los incrementos de las tasas de la Fed, ya que ahora aflorarán los efectos de la crisis financiera vivida la pasada primavera en EEUU y que tuvo secuelas en entidades europeas como Credit Suisse. Es cierto que la economía estadounidense presenta muy buenos fundamentales en sectores como su mercado laboral. Con todo, si la temporada de resultados es tan mala como se prevé, eso tendrá un efecto negativo en la marcha de los principales índices bursátiles de EEUU.
Los expertos de CaixaBank Research estiman que la retirada de las medidas para contener la inflación, tras el comienzo de la guerra en Ucrania, elevará un 0,5% el IPC promedio en Europa. Se trata de un porcentaje notable pero también asumible una vez que el nivel de precios está retrocediendo en la eurozona. Pero, sobre todo, debe tenerse en cuenta que, como el BCE y otras autoridades europeas advierten, los cortafuegos temporales creados ante los altos precios no pueden alargarse de modo indefinido. Pese a ese aviso, España discurre en sentido contrario, dado que el Gobierno aprobó 9.000 millones para la extensión de las medidas anticrisis ya en vigor e incluso el PP aboga por extender la rebaja del IVA a carnes y pescados.
Mercedes-Benz ha sido la última compañía en anunciar que adoptará el estándar de carga para vehículos eléctricos de Tesla. A partir del año que viene, los conductores de la casa alemana podrán enchufar sus coches a la red de la estadounidense con un adaptador y, en 2025, la marca empezará a fabricar sus modelos integrando ya este patrón. Además, Rivian, Volvo, Ford y General Motors (GM) ya se han posicionado al lado de Elon Musk.
La mitad de las 17 comunidades autónomas presenta ya una ratio entre trabajadores en activo por cada pensionista que se sitúa por debajo de dos. Queda así cada vez más lejos la proporción óptima que, en este ámbito, no debería ser en ningún caso inferior a tres cotizantes por jubilado.
Grupo Lobe cerró 2022 con una cifra de negocio de 112 millones euros dentro de un escenario económico y financiero marcado por la inflación y el encarecimiento de las materias primas y la energía.
En cuestión de días estará operativo el satélite Amazonas Nexus de Hispasat. La empresa española verá culminado así un difícil proyecto técnico, iniciado en 2019, cuyo desarrollo se vio castigado de pleno por la pandemia. Los planes iniciales de puesta a punto de un satélite de última generación como éste solo podían resentirse por los bloqueos y la falta de componentes de alta tecnología. Ahora bien, la constancia de Hispasat a la hora de mantener en pie el proyecto Amazonas Nexus tiene su recompensa, dado que el 80% de la capacidad operativa de este aparato ya está contratada. Es una demanda coherente con una aeronave capaz de escrutar corredores de tanta importancia comercial y militar como los que cruzan el Atlántico Norte y Sur.
Broadcom invertirá en España para impulsar el diseño de microprocesadores, en una iniciativa amparada por el Perte chip, respaldado por las ayudas NextGen. Es una buena noticia que este gigante norteamericano elija nuestro país, como antes lo hicieron Intel y Cisco, pero esas decisiones están aún muy lejos de cubrir las expectativas creadas en torno al Perte chip, el más cuantioso de los programas de este tipo. España destacará en cuanto al diseño de estos componentes, pero el verdadero valor añadido lo aporta su producción. Basta comparar los 30.000 millones de inversión de Intel para este fin en Alemania y los 900 de Broadcom en España. El 75% del Parte chip está orientado precisamente a la producción y aún se halla lejos de desplegar su potencial.
España cierra una legislatura aciaga desde el punto de vista fiscal. Los problemas que plantean impuestos ya existentes, Sociedades especialmente, se han agravado con cambios como el que afecta a la repatriación de dividendos, que rayan en la doble imposición.