Como cada comienzo de verano, el Banco Central Europeo (BCE) organiza en la localidad portuguesa de Sintra el foro en el que se debate sobre política monetaria y se tiene como invitados a los responsables de otros bancos centrales del mundo. En esta ocasión, el cónclave, que se celebra desde este lunes 26 de junio al miércoles 28, llega con una banca central mostrando su lado más 'duro' ante una obstinada inflación, especialmente la subyacente (aquella que excluye los componentes más volátiles como la energía o los alimentos). Si hace un año la reunión se vendió como una conjura frente a las subidas de los precios, muchas alzas de tipos después el mensaje sigue siendo el mismo.
