En Amundi consideran que estamos en un entorno en que la renta fija no puede proporcionarnos los rendimientos deseados que hemos visto en el pasado, por lo que tenemos que buscar rentabilidad en otras clases de activos. El mercado de acciones europeo, la renta variable europea, ofrece oportunidades por tres razones principalmente: el apoyo de la política monetaria, con todo su arsenal a favor de reactivar la economía facilitando la financiación y el crédito; la interesante rentabilidad por dividendo que ofrecen las compañías europeas; y un beneficio por acción que aún ofrece potencial, aún por detrás de sus homólogos americanos. Pero una exposición a renta variable implica un nivel de riesgo más elevado y, evidentemente, una mayor volatilidad. Esto puede hacer que muchos inversores se sientan incómodos.
