Editorial
La banca española verá cómo su beneficio crece la mitad que el promedio propio del sector en el resto de Europa durante los próximos dos años. Puede sorprender esta debilidad en un país que sigue arrojando crecimientos del PIB récord. Sin embargo, esos avances no se traducen en avances de la cartera de créditos, en la que pesan más las amortizaciones y la mengua del rendimiento obtenido de los intereses.